El agresor, que se suicidó tras el atentado, llevaba tiempo sin trabajo y, según sus familiares, tenía tendencia a aislarse.
Las autoridades japonesas registraron hoy el domicilio del hombre que este martes acuchilló a un grupo de colegialas en Kawasaki, al sur de Tokio, para aclarar el móvil del ataque, en el que fallecieron una niña de 11 años y un hombre de 39.
El autor de la agresión, identificado como Ryuichi Iwasaki, de 51 años, atacó a las colegialas con un cuchillo en cada mano cuando se disponían a subir al autobús escolar. El ataque, en el que resultaron heridas otras 17 personas, casi todas menores, duró apenas 20 segundos, detallaron este miércoles fuentes policiales.
Las autoridades encontraron dos cuchillos más en una mochila hallada cerca del lugar de los hechos que creen que pertenecía al agresor y, según el testimonio de sus familiares, ninguno procedía de su domicilio, indicó la cadena pública NHK.
Iwasaki, residente en la localidad donde tuvo lugar el suceso, vivía actualmente con sus tíos, ambos de 80 años, con los que apenas tenía contacto. Según el testimonio de otros familiares, el hombre llevaba tiempo sin trabajo y tenía tendencia a aislarse.
Con el registro, la policía trata de esclarecer cuáles fueron los motivos que llevaron a Iwasaki a cometer el ataque. El hombre murió en un hospital al que había sido trasladado bajo custodia policial después de autolesionarse en el cuello.
La gente acudió este miércoles a un punto cercano al lugar del ataque para depositar flores y ofrecer oraciones en recuerdo de las víctimas, la mayoría niñas de entre 6 y 12 años estudiantes del centro privado de educación primaria Caritas de la localidad, al que pertenecía la menor asesinada, Hanako Kuribayashi, de 11 años.
La otra víctima mortal fue Satoshi Oyama, un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores y padre de una menor que resultó ilesa. Oyama era especialista en idioma birmano y había actuado a menudo como intérprete del exministro de Exteriores Fumio Kishida.
"Cuando pienso en él en el trabajo, lleno de energía, simplemente no puedo creer que le haya sucedido esto", dijo Kishida en palabras recogidas por NHK.
Un doctor de uno de los hospitales donde se está tratando a cinco de las menores heridas indicó a ese medio que se están recuperando, pero podrían estar sufriendo trastorno de estrés postraumático.
"Hemos tratado sus lesiones físicas y ahora nos estamos centrando en su atención psicológica", indicó el facultativo. (EFE)
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