Los padres del joven informaron a los médicos que también había estado teniendo dolor en la ingle durante una semana. El hombre de 18 años también presentaba convulsiones .
(Agencia N+1 /Yasmín Agustín) Un hospital de Faridabad (India) recibió a un chico de 18 años que presentaba dolor de cabeza. Tras algunos análisis y una ecografía, los especialistas detectaron que su cerebro albergaba una infección por tenias parasitarias de cerdo (Taenia solium). El estudio del caso fue publicado el 28 de marzo en la revista The England Journal of Medicine.
El paciente asistió al servicio de urgencias del centro médico con convulsiones tónico-clónicas generalizadas. Sus padres informaron a los doctores que el chico había tenido dolor en la ingle derecha durante una semana. Además presentaba hinchazón en el ojo y sensibilidad sobre el testículo derechos.
Para determinar cuál era el origen de los malestares, se le realizó una resonancia magnética. Los resultados revelaron abundantes larvas enquistadas, llamadas cisticercos, que provocaron lesiones alrededor de la corteza cerebral (Lado A). Así como en el tronco encefálico y el cerebelo (Lado B). Condición que se conoce como neurocisticercosis. Se determinó que además, la infección desarrollo quistes en el ojo y el testículo derecho.
Neurocisticercosis
La condición generada por el parásito Taenia solium se denomina cisticercosis cuando se invade el tejido muscular y los portadores pueden no generar síntomas durante años. La afección avanza a neurocisticercosis cuando los parásitos se integran al cerebro y generan las lesiones en la flora cerebral.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la infección por T. solium se produce cuando las personas consumen carne infectada de cerdo cruda o poco cocinada. En el ser humano, la infección causa pocos síntomas. Puede transmitirse a las personas si se ingieren y sus larvas pueden infectar los tejidos.
Debido a la gravedad del diagnóstico, en este caso, el tratamiento con medicamentos antiparasitarios tiende a engrandecer la inflamación y el edema cerebral. Lo que pudo derivar en lesiones oculares y la posterior pérdida de la visión. Por ello, se le administró dexametasona, un fármaco para reducir la inflamación. Así como medicamentos antiepilépticos que ayudan a controlar las convulsiones.
Lamentablemente, aún con los esfuerzos para resguardar la vida del interno, este murió dos semanas después de ingresar al hospital..
Otro parásito llamado Schistosoma mansoni provoca dolor, desnutrición y en algunas ocasiones la muerte. Sin embargo, varios voluntarios se ofrecieron a infectarse para descubrir nuevas formas de combatirlo.
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