Los líderes de ambos países concluyeron su cumbre de tres días en el Monte Paektu, la “montaña sagrada” de los coreanos.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, concluyeron su cumbre de tres días con una visita al Monte Paektu, venerada montaña situada en la frontera norcoreana con China.
La visita exhibe la buena sintonía entre ambos líderes y el creciente acercamiento entre los dos países, que firmaron este miércoles una declaración conjunta potenciando lazos bilaterales y un tratado para rebajar tensiones militares.
La declaración también refleja que Corea del Norte está dispuesta a desmantelar más instalaciones de su programa nuclear a cambio de que EE.UU. implemente lo acordado en la cumbre de Singapur de junio, principalmente en lo que se refiere a garantizar la supervivencia del régimen norcoreano.
Por eso, Pyongyang considera clave la firma de un tratado de paz que ponga fin al estado de guerra en la península a cambio de clausurar su programa de armas.
Uno de los principales objetivos de esta cumbre era lograr que Corea del Norte y EE.UU. retomarán el estancado diálogo sobre desnuclearización que iniciaron en junio.
Finalmente, la mediación de Moon y el compromiso mostrado por Kim tras la cumbre han contentado a Washington, donde el presidente estadounidense, Donald Trump, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, han recibido positivamente el resultado del encuentro intercoreano.
Moon se reunirá en EEUU con Trump el 24 de septiembre para hablar en detalle sobre la cumbre. (EFE)
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