Shigeaki Hinohara fue doctor personal de la emperatriz de Japón, escribió más de 150 libros y fue condecorado por el Gobierno de su país.
Shigeaki Hinohara, considerado el médico en ejercicio más anciano del mundo, murió este martes a los 105 años en un hospital de Tokio, Japón. Experto en alimentación y longevidad, ejerció la medicina "de manera muy activa" hasta pasados los 100 años y murió por un fallo respiratorio crónico a las 06:33 hora local (4:33 p.m. del lunes en Perú), detalló el portavoz del St. Luke Internacional, donde trabajó.
El anciano doctor murió en su casa al negarse a someterse a ningún tratamiento que le alargara la vida tras ser hospitalizado en marzo. Tenía problemas de corazón y digestivos asociados a la edad, detalló el centro médico. Nacido el 4 de octubre de 1911 en la prefectura de Yamaguchi (oeste de Japón), se graduó en Medicina en la Universidad Imperial de Kioto 1937.
Trayectoria. En 1941 comenzó a trabajar en el St. Luke Internacional, donde desarrolló sus más de 70 años de carrera profesional en la que fue pionero en los exámenes médicos completos y abogó por la medicina preventiva. También cursó estudios en la universidad estadounidense de Emory (Atlanta) en los años 50 del siglo pasado.
En 1970 viajaba a bordo del avión de la aerolínea Japan Airlines secuestrado por la facción Liga-Roja comunista japonesa, precursora del grupo armado de extrema izquierda Ejército Rojo Japonés, un acontecimiento que cambió su vida y le impulsó a dedicarse a los demás. Medio siglo después y mientras se encontraba al frente del St. Luke Internacional, Hinohara recibió en el centro hospitalario a víctimas del ataque con gas sarín perpetrado en el metro de Tokio.
Reconocido. Hinohara fue uno de los médicos personales de la emperatriz Michiko de Japón y escribió más de 150 libros, entre ellos "Ikikata jozu" ("Saber vivir"), una guía para una vida sana que ha vendido más de 1.2 millones de copias. Creó el llamado "Nuevo movimiento de ancianos", que promueve hábitos saludables entre los mayores y los anima a no tener miedo de los retos y plantearse objetivos a diez años vista, una filosofía que predicaba en sus conferencias por todo el mundo.
En 2005 el Gobierno nipón lo condecoró con la Orden de la Cultura, conferida por el emperador del país asiático. “Ha hecho grandes contribuciones al progreso de la medicina durante mucho tiempo. Es una de las personas que contribuyó a construir los cimientos de la medicina japonesa", dijo el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, en declaraciones recogidas por Kyodo. Su funeral será el 29 de julio, informó el St. Luke Internacional, donde trabajó de manera activa hasta hace cinco años. EFE

