Park Geun-hye cederá sus poderes al nuevo primer ministro elegido por los representantes de la ciudadanía a poco más de un año de las próximas elecciones presidenciales.
Acosada por las peticiones de dimisión y cada vez más debilitada en medio de un mayúsculo escándalo político, la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, revocó su reciente nombramiento de un nuevo primer ministro e incluso ha renunciado a seguir ejerciendo poderes.
Park, que en un intento de acallar las críticas había designado como primer ministro a un político cercano a la oposición, Hwang Kyo-ahn, se ha visto forzada a rectificar solo seis días después por el rechazo explícito de la mayoría de diputados a confirmar el nombramiento en la Asamblea Nacional.
La jefa de Estado, que fue recibida con pancartas de "dimisión" a las puertas del Parlamento, también dejó claro que cederá sus poderes al nuevo primer ministro elegido por los representantes de la ciudadanía a poco más de un año de las próximas elecciones presidenciales.
Estas concesiones reflejan la situación de debilidad extrema de Park, engullida por la cada vez más inmensa bola de nieve del caso Choi Soon-sil.
La grave denuncia. Choi Soon-sil, una amiga íntima de la presidenta sin cargo público, presuntamente modificó sus discursos, intervino de forma oculta en asuntos de Estado y captó fondos de forma ilícita utilizando su influencia para después apropiarse de parte de ellos.
Estos sucesos, actualmente bajo investigación, han enfurecido a una amplia mayoría de la sociedad surcoreana al extenderse la idea de que una desconocida ha tomado importantes decisiones gubernamentales e incluso designado o cesado ministros, además de obtener riqueza y privilegios de su exclusiva conexión.
También ha contribuido a multiplicar la magnitud del escándalo el hecho de que Choi Soon-sil, de 60 años, sea hija del fallecido fundador de una controvertida secta religiosa que se convirtió en mentor de Park en su juventud.
Esto ha dado lugar a rumores sobre una supuesta influencia chamánica de Choi sobre la presidenta, e incluso se ha otorgado a la hija del pastor el sobrenombre de "la Rasputina coreana", en honor al influyente místico de la corte rusa. (EFE)
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