Decenas de personas, en su mayoría mujeres, salieron a protestar ante el escaso avance de las investigaciones en dos casos de abuso sexual a menores.
El escaso avance en las investigaciones policiales sobre dos casos de violación de menores desató en la India varias protestas. Las dos agresiones sexuales distintas, aunque remonten a varios meses, plantean graves problemas como sociedad que van más allá que las simples violencias sexuales.
Un centenar de personas, en su mayoría mujeres, acompañaron a Krishnan, secretaria de la Asociación de Mujeres Progresistas de la India (AIPWA), en la protesta en Nueva Delhi con pancartas en las que reclamaban justicia para las dos jóvenes violadas.
Político acusado
En Uttar Pradesh, un estado grande y pobre del norte del país, el legislador Kuldeep Singh Sengar está acusado de haber violado a una adolescente en junio del 2017 en el distrito de Unnao.
El caso recobró interés nacional tras la muerte del padre de la joven cuando estaba en detención policial. La menor intentó inmolarse con fuego ante la residencia del jefe de gobierno del Estado, para protestar contra la policía, a la que acusa de haber torturado a su padre, que quería proseguir las investigaciones.
Ante la presión mediática, el caso ha sido transferido a los investigadores federales del CBI (equivalente indio del FBI). El legislador del partido Bharatiya Janata Party (BJP) desmiente las acusaciones contra él. "Se trata de personas de clases bajas. Es una conspiración de criminales", declaró a la prensa.
Niña asesinada
En enero, en el estado de Jammu y Cachemira, se encontró el cuerpo de una niña de ocho años perteneciente a una tribu nómada. La menor había desaparecida cuando fue al bosque a buscar ponis perdidos.
Según el acta de acusación de la policía, publicado esta semana, la víctima fue secuestrada por habitantes locales que la mantuvieron cautiva cinco días en una cabaña y en un templo hindú. Luego fue estrangulada.
Ocho hombres fueron detenidos- entre ellos un policía- acusados de haber abusado sexualmente de ella de forma sucesiva. Según los investigadores, los hombres quisieron aterrorizar a los Bakerwals, comunidad nómada de pastores musulmanes de la que procedía la niña, para disuadirlos de venir a su región.
Esta agresión provocó airadas reacciones en el mundo político y en la sociedad civil. Tras las protestas, el primer ministro indio, Narendra Modi, prometió justicia para las familias de las menores. (Efe y Afp)
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