Los enfrentamientos en Uzbekistán entre manifestantes y fuerzas de seguridad han sido el mayor desafío para el presidente Shavkat Mirziyoyev desde que llegó al poder en 2016, tras la muerte del longevo líder Islam Karimov.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y Estados Unidos urgieron el martes una rápida investigación de los violentos enfrentamientos durante las protestas masivas en Uzbekistán.
Las autoridades de Uzbekistán dijeron el lunes que 18 personas murieron en los choques del viernes en la región autónoma de Karakalpakistán, en protesta contra planes de reforma constitucional que cambiaría el estatuto del territorio.
Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad han sido el mayor desafío para el presidente Shavkat Mirziyoyev desde que llegó al poder en 2016, tras la muerte del longevo líder Islam Karimov.
"Los informes que hemos recibido sobre violencia grave, incluyendo matanzas, durante las protestas, son muy preocupantes. Llamo a las autoridades a ejercer la máxima moderación", dijo Bachelet en un comunicado.
Solicita investigación
Pidió además a las autoridades "abrir inmediatamente una investigación transparente e independiente de cualquier denuncia de acciones criminales cometidas en ese contexto, incluyendo violaciones por parte de agentes del Estado".
De su lado, Estados Unidos expresó su preocupación y llamó a las partes a buscar una "solución pacífica" a las tensiones.
"Urgimos a las autoridades a realizar una investigación completa, creíble y transparente de la violencia, consistente con las normas internacionales y las mejores prácticas", dijo en un comunicado el portavoz del departamento de Estado, Ned Price.
Uzbekistán, una exrepública soviética, es un aliado tradicional de Rusia.
Según el Kremlin, el presidente ruso Vladimir Putin conversó el martes por teléfono con Mirziyoyev y "le expresó su respaldo a los esfuerzos del gobierno de Uzbekistán por estabilizar la situación en Karakalpakistán".
(AFP)
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