La histórica ciudad de Siria hasta hace poco tomada por el Estado Islámico fue testigo del concierto "Una oración por Palmira. La música hace revivir las antiguas murallas"
El teatro romano de la ciudad monumental siria de Palmira acogió este jueves un concierto de la orquesta sinfónica del teatro Mariinsky de San Petersburgo para celebrar la victoria frente al grupo terrorista Estado Islámico (EI) que llevó a cabo la destrucción de parte de sus monumentos.
El evento, que fue transmitido en directo por la televisión siria, contó con la asistencia de ministros sirios, responsables del Ejército nacional y del Ejército ruso.
Pertrechado con una gorra para protegerse del sol, el director Valery Gergiev dirigió el concierto, titulado "Una oración por Palmira. La música hace revivir las antiguas murallas", en el que sonaron piezas de Johann Sebastian Bach, Sergei Prokofiev y Rodion Shchedrin.
El concierto se abrió con un mensaje del presidente ruso, Vladímir Putin, a través de una pantalla instalada en el teatro romano.
En su alocución, el mandatario ruso destacó que este evento es muestra de "las esperanzas no solo en el renacimiento de Palmira como patrimonio de toda la Humanidad, sino también de la liberación de toda la civilización de este terrible flagelo, el terrorismo internacional".
El pasado 27 de marzo, el Ejército sirio, respaldado por la aviación rusa, recuperó el control de Palmira, que estuvo controlada por el EI durante diez meses.
Esta localidad famosa por sus ruinas grecorromanas está incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Durante el tiempo que estuvo en manos del EI, los yihadistas dinamitaron los templos de Bel y de Bal Shamín, así como el Arco del Triunfo, además de colocar numerosas minas y artefactos explosivos.
La agencia de noticias oficial siria, SANA, destacó que los zapadores rusos que han trabajado en Palmira desde la expulsión del EI han desactivado 18.000 artefactos explosivos en 825 hectáreas y 8.500 edificios de la población.
EFE
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