Kim Jong-un aseguró que el lanzamiento del misil busca establecer un equilibrio con EE.UU. para que "no se atrevan a hablar de opción militar".
Corea del Norte dijo que el lanzamiento de su último misil balístico se realizó con el objetivo de "calmar la beligerancia de Estados Unidos" y establecer un equilibrio con ese país para que "no se atrevan a hablar de opción militar".
El test del viernes, que Pyongyang confirmó que involucró el lanzamiento de un misil balístico de medio-largo alcance Hwasong-12, "se llevó a cabo con el objetivo de calmar la beligerancia de EE.UU., que recientemente ha clamado por usar músculo militar contra la RPDC (República Popular Democrática de Corea, nombre oficial del país)", informó hoy la agencia estatal KCNA.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, que una vez más supervisó el lanzamiento, aseguró que el "objetivo final (de Corea del Norte) es establecer un equilibrio de fuerza real con EE.UU. y hacer que sus gobernantes no se atrevan a hablar de opción militar", para lo que llamó a seguir consolidando sus capacidades con más pruebas.
Kim recalcó que deberían "mostrar con claridad" cómo, "pese a su bloqueo y sanciones ilimitadas", Corea del Norte alcanza el objetivo de completar su fuerza nuclear, que "casi ha terminado".
Pyongyang aspira a completar sus capacidades para miniaturizar ojivas nucleares que puedan instalarse en misiles intercontinentales y sean capaces de alcanzar territorio estadounidense.
El proyectil disparado el viernes alcanzó una altitud máxima de 770 kilómetros y voló unos 3.700 kilómetros, según Tokio y Seúl, una distancia superior a la de los otros dos test anteriores realizados con el Hwasong-12 y suficiente para llegar a la isla de Guam, que alberga importantes bases estadounidenses en el Pacífico. (EFE)
Comparte esta noticia