El presidente de Rusia busca pasar la página en un capítulo de tensiones entre ambas potencias que se remonta al fin de la Segunda Guerra Mundial.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo este miércoles que está dispuesto a firmar el tratado de paz con Japón, pendiente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, "antes de fin de año" y "sin condiciones previas". En el plenario del Foro Económico Oriental, que se celebra en la ciudad rusa de Vladivostok, el mandatario dijo que "hace 70 años que estamos dialogando" para cerrar el tratado, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha propuesto "cambiar el enfoque" para suscribirlo finalmente.
"Hagámoslo. Tuve ahora mismo una idea muy simple: firmemos el tratado de paz. No ahora, pero sí antes de fin de año, sin condiciones previas de ningún tipo", afirmó Putin en su intervención transmitida en directo por la televisión. "Y entonces, en base a ese tratado y como amigos podremos seguir discutiendo todas nuestras disputas. Esto debería hacer todo más fácil", subrayó el mandatario ruso.
Previamente, Abe, que mostró a la audiencia compuesta por delegaciones diplomáticas y empresarios un vídeo sobre la cooperación entre los dos países en distintos sectores, había urgido a Putin a trabajar juntos en la finalización del tratado de paz, aunque admitió que no será "fácil". "Presidente Putin, reiteremos nuestra intención: Si no es ahora ¿cuándo?", preguntó, y pidió a la audiencia que apoye este objetivo con un aplauso.
Situación favorable a la región
El presidente ruso recalcó en este sentido que tanto él como Abe "quieren llegar al punto en el que podamos firmar el tratado", algo que calificó de "muy importante para las relaciones bilaterales y un paso que "debería crear una situación favorable en la región". "Japón es nuestro socio natural y queremos que nuestra relación sea mucho mejor", recalcó Putin, quien estaba sentado junto a Abe, el presidente chino, Xi Jinping, el primer ministro surcoreano, Lee Nak-yeon, y el presidente de Mongolia, Battulga Khaltmaa.
De esta forma, las dos partes pretenden avanzar hacia la resolución del contencioso que mantienen desde finales de la Segunda Guerra Mundial por la soberanía de las islas Kuriles, que fueron arrebatadas a Japón por la Unión Soviética y que desde entonces ha lastrado sus relaciones bilaterales.
Tensiones históricas
En 1956, la Unión Soviética y Japón suscribieron una declaración por la que reanudaron relaciones diplomáticas y establecieron las normas que las partes debían cumplir para la firma del tratado de paz. El texto de la declaración señala que, primero, se firma el tratado de paz y, luego se entregan a Japón Habomai y Shikotan, dos de las cuatro islas Kuriles, pero no dice en qué condiciones ni bajo qué soberanía quedan. La declaración fue no solo firmada sino ratificada por los parlamentos de ambos países, según recordó hoy de nuevo Putin.
Al poco tiempo, Japón y la Unión Soviética renunciaron, por distintos motivos, al cumplimiento de la declaración. En el 2000, Moscú y Tokio volvieron a hablar de posibilidad de firmar un tratado de paz. Los nipones, no obstante, reclama las cuatro islas Kuriles -los territorios de norte", como los denominan en Japón. Hasta ahora, expertos y medios rusos coincidían en que para Putin la soberanía rusa sobre las Kuriles es algo intocable y que cualquier concesión en este ámbito hundiría su popularidad en el país.
EFE
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