El presidente chino, Xi Jinping, urgió a los gobernantes locales, sobre todo a los de las regiones menos desarrolladas, a que aliviar la pobreza sea su prioridad en los próximos cinco años.
El presidente chino, Xi Jinping, reconoció que sacar de la pobreza a los 70 millones de ciudadanos que se calcula que viven en esa situación es todavía "una ardua tarea", y se comprometió a construir "una sociedad moderadamente próspera" para 2020.
"Ninguna región o individuo que viva en la pobreza será dejado atrás", dijo Xi durante una reunión del Consejo de Estado (Gobierno) celebrada el sábado, según publica este domingo la agencia oficial Xinhua.
Xi urgió a los gobernantes locales, sobre todo a los de las regiones menos desarrolladas, a que aliviar la pobreza sea su prioridad en los próximos cinco años, y abogó por que las ganancias de los agricultores de las áreas más desfavorecidas crezca a un ritmo mayor que la media nacional en el siguiente quinquenio.
Por su parte, el primer ministro chino, Li Keqiang, también presente en el encuentro, dijo que se debe dar prioridad a la mejora de las infraestructuras en las zonas rurales, incluyendo las carreteras, el acceso al agua, la electricidad e internet.
Li propuso asimismo que una de las medidas para sacar a 10 millones de chinos de la pobreza para 2020 sea la reubicación, y señaló que los gobiernos locales deben asegurar que las personas realojadas tienen trabajos estables en el lugar de acogida.
Los líderes también pidieron que se amplíe el presupuesto nacional para la educación en las áreas pobres y para prestar más servicios a los llamados "left-behind children" (niños dejados atrás), ya que o bien uno o los dos progenitores ha tenido que marcharse a otra zona del país para buscar del empleo.
En China aún existen casi 70 millones de menores separados de sus padres, alrededor del 30 % del total de la población infantil, según cifras de Unicef, un fenómeno que repuntó en la década de 1980 con el impulso de la industrialización del país y la aparición de nuevas oportunidades de empleo en las ciudades.
Xi aseguró que se aumentará el gasto fiscal y la inversión privada, las políticas fiscales preferenciales, los préstamos y subsidios y otros tipos de incentivos financieros para combatir la pobreza.
En las últimas décadas China ha logrado sacar a unos 400 millones de personas de la pobreza gracias a su rápido crecimiento económico, una situación que, no obstante, ha llegado a empeorar la enorme brecha entre ricos y pobres en el país, aún hoy entre las naciones con un mayor índice de desigualdad del mundo.
Tras décadas de crecimiento a dos dígitos, China vive en la actualidad un momento de desaceleración económica que quiere aprovechar para impulsar un modelo más sostenible centrado en aumentar la demanda interna y no en las exportaciones e inversiones.
EFE
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