Nació en Arica hace 34 años y es la primera mujer en ocupar la presidencia del Colegio Médico de Chile. Su aparición ilusiona a la ciudadanía ante la falta de confianza en los actuales líderes políticos.
Izkia Siches solo tiene ojos para un plan que saque a Chile del drama del coronavirus, y como presidenta del Colegio Médico, reta al poder político con convicción científica que ilusiona a muchos como una líder más allá de la pandemia.
El estallido social que sacudió a Chile a partir de octubre profundizó una crisis de confianza en las instituciones, y en un país huérfano de políticos bien estimados esta médico de 34 años, que va al grano con datos sobre la pandemia de la COVID-19 en sus redes sociales y no disimula enojos ante la presidencia, alimenta ilusiones de nuevo liderazgo.
A mediados de junio, cuando Chile perdió el control de la pandemia y sus casi 18 millones de habitantes veían cómo aparecía entre los cinco países del mundo con más contagios, Siches, que se define de izquierda, compartió con el derechista Joaquín Lavín el primer lugar (61%) de una encuesta sobre figuras públicas realizada por Plaza Pública Cadem.
En medios tradicionales y redes sociales recordaron que Siches había expuesto los pasos a seguir cuando la pesadilla del confinamiento apenas empezaba en marzo: "Señalamos la relevancia de poder tener una estrategia de testeo, trazabilidad y aislamiento". Junto a expertos en epidemiología se puso a la orden de las autoridades pero, al igual que muchos, se sintió desoída: "¡No sé en qué país viven las autoridades de Gobierno!", bramó el 14 de mayo, cuando ministros, alcaldes de barrios acomodados y el propio mandatario celebraron haber alcanzado una "meseta".
Nacida en Arica
Nacida el 4 de marzo de 1986 en Arica, al norte del país, y criada en Maipú, un suburbio de clase media y trabajadora de Santiago, Siches se infla al decir que estudió Medicina en la estatal -pagada- Universidad de Chile con mucho esfuerzo.
Sus vacaciones en familia, con sus padres y una hermana, en su región natal la hizo conocer un país de contrastes sociales que la pandemia dejó al desnudo. "Antes que el sistema sanitario en sí, está todo lo que veníamos visualizando desde el estallido social que ahora se ha hecho mucho más patente sobre todo por los errores del gobierno, transparentando un país sumamente desigual, con mucho empleo informal, mucha vulnerabilidad de las y los trabajadores", apunta.
Médica internista en el hospital público San Juan de Dios, que atiende las zonas más vulnerables de Santiago, su agenda está cargada de las reuniones del Colegio Médico del cual se convirtió en 2017 en la primera mujer en presidirlo en 70 años.
Admiradora de la primer ministro neozelandesa Jacinda Ardern, su avance en sondeos ha ido de la mano del protagonismo del tema sanitario y en revelar su percepción del país. Cuando en mayo las autoridades pregonaban un retorno seguro a la normalidad, Siches expresó sus reservas. A finales de ese mismo mes Chile batía récords que lo han llevado a contar casi 9 000 muertos y avanza a los 280 000 contagiados.
"Otro Chile"
Lamenta que una parte importante de los políticos y quienes toman decisiones provengan de "un sector muy selecto de la sociedad". Los políticos como "sus amigos viven en otro Chile, sus hijos estudian en otro Chile, no tienen contacto con el Chile real, y si lo tienen lo hacen desde este rol de autoridad pública", sostiene.
Ese "otro país", dice, "es muy desigual, con niveles importantes de empleo informal, donde las personas se ganan el sustento día a día, mucho comercio ambulante, familias hacinadas, mala educación para los estratos más bajos".
Sobre el entusiasmo que despierta una eventual carrera política, dice que prefiere promover cambios desde su papel actual en el gremio médico y abogar por el plebiscito constitucional previsto para octubre. "Más que aspirar o no a conducir un gobierno (...) tiene que haber una discusión ciudadana real", ahí está ahora sin revelar más de un futuro incierto, afirma. (Con información de AFP)
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