Una simple llamada de la presidenta de Taiwán provocó la ira de China. RPP Noticias te explica por qué.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, provocó su primer conflicto diplomático con China antes de tomar posesión del cargo con una simple llamada: la que recibió de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, el pasado viernes.
Tsai telefoneó a Trump para felicitarle por su éxito en las elecciones y ambos mantuvieron una conversación de unos diez minutos que provocó una protesta formal del Gobierno chino y generó altas expectativas en Taiwán.
Hecho histórico. La llamada fue el primer contacto formal de alto nivel entre Estados Unidos y Taiwán que se produjo en casi cuarenta años y no ha dejado indiferente a Pekín, que considera a la isla un "territorio rebelde" con aspiraciones independentistas encabezadas por su presidenta, Tsai Ing-wen, que estrenó su cargo en mayo.
Una sola China. Así se le llama a la política que se sigue a nivel mundial. Los países que buscan relaciones diplomáticas con la República Popular China (China) deberán de cortar las relaciones oficiales con la República de China (Taiwán) y viceversa. Donald Trump cruzó una línea muy sensible para China, que Estados Unidos respetó desde la presidencia de Jimmy Carter en 1979.
Sí armas, pero no llamadas. Trump se defendió ante las llamadas de atención tras su error diciendo que su país igual vende armas a Taiwán a pesar de la política de Una sola China. Esto se debe a que al cortar relaciones oficiales a finales de la década de los setenta, Estados Unidos adoptó el Acta de Relaciones de Taiwán, donde se comprometió en defender la isla y el suministro de equipos bélicos. En diciembre de 2015 el Gobierno estadounidense aprobó la venta de otro paquete de armas a Taiwán por más de 1,800 millones de dólares.
Taiwán nació cuando los nacionalistas derrotados del general Chiang Kai-Shek se refugiaron del Ejército Rojo de Mao Zedong en la entonces isla de Formosa en 1949. Desde entonces Taiwán y China mantienen una disputa de soberanía. Actualmente viven 23 millones de personas en la isla.
El hecho de que Trump haya accedido a hablar con Tsai ya se ha interpretado en la isla como un "éxito" y un avance en los lazos bilaterales. Para China, demuestra la inexperiencia del presidente electo de los Estados Unidos.
Con información de EFE
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