"Nosotros usamos estos sombreros en las marchas, en la vida", dijo el presidente colombiano, Gustavo Petro, que fue miembro del M-19, durante el acto de desvelación de la pieza.
El Gobierno de Colombia reconoció este martes el sombrero del exjefe guerrillero Carlos Pizarro, asesinado en 1990 y último comandante guerrillero del Movimiento 19 de Abril (M-19), como patrimonio cultural de la nación.
"Nosotros usamos estos sombreros en las marchas, en la vida (...) Él se puso uno de estos cuando firmó la paz con el Gobierno de Virgilio Barco (...) Después se convirtió en un símbolo", dijo el presidente colombiano, Gustavo Petro, que fue miembro del M-19, durante el acto de desvelación de la pieza.
El Ministerio de Culturas, a través de la resolución 218 del 17 de junio, reconoció el sombrero como patrimonio cultural de la nación con el objetivo de contribuir a la construcción de paz en el país y será expuesto en una urna en el salón de espacios significativos de la Casa de Nariño.
"Este sombrero es un símbolo de paz, indudable. Y debe quedar aquí. Será patrimonio. Este es un patrimonio del amor. Así que queda entregado al pueblo colombiano, que es su dueño", añadió Petro.
El mandatario recibió la prenda la semana pasada en Estocolmo durante una visita oficial a ese país de manos de los 'Oficiales de Bolívar', un grupo de exiliados del M-19 que la tenían guardada en una caja fuerte.
Sombrero utilizado por Pizarro
Este sombrero fue el que utilizó Pizarro durante la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y el M-19, hecho ocurrido el 8 de marzo de 1990 en el convulso departamento del Cauca (suroeste).
La pieza tiene 35,5 centímetros de largo, 30 centímetros de ancho y 8,5 centímetros de alto, y fue tejida en fibras naturales y sintéticas con soporte interno. Cuenta con tafilete en cuero café y es de olor beige con una cinta exterior negra.
Pizarro había tomado un avión de Avianca con destino a Barranquilla donde el 26 de abril de 1990 haría campaña como candidato presidencial, pero poco después del despegue el sicario se levantó de su silla y le disparó varias veces en la cabeza, tal como él había advertido horas antes a sus más allegados que sucedería.
De buena oratoria y con sólida formación intelectual, Pizarro fue el cuarto comandante del M-19, puesto al que ascendió en 1986 tras la muerte del fundador Jaime Bateman Cayón (1984) y de quienes lo siguieron, Iván Marino Ospina (1985) y Álvaro Fayad (1986).
EFE
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