Las elevadas temperaturas de Alberta y los fuertes vientos han alimentado las llamas.
Las autoridades canadienses confirmaron hoy las dos primeras muertes relacionadas con el masivo incendio que afecta el noroeste del país y que ha obligado a la evacuación de alrededor de 90.000 personas. El siniestro ha tomado proporciones gigantescas, llegando a alcanzar 10 veces el tamaño de la isla de Manhattan en la ciudad de Nueva York.
Los dos fallecidos, Emily Ryan, de 15 años, y Aaron Hodgson, cuya edad no se ha divulgado, murieron el miércoles cuando el vehículo en el que escapaban de la localidad de Fort McMurray se estrelló contra un camión de transporte.
Además, una fatal casualidad se presenta, pues el padre de Ryan, Carnley Ryan, es uno de los bomberos que está combatiendo el incendio.

El masivo incendio, que se inició en la noche del domingo ya ha consumido más de 85.000 hectáreas de bosque boreal en el noroeste de Canadá, sigue fuera de control a pesar de que centenares de bomberos y decenas de helicópteros y aviones cisterna están combatiendo las llamas.
Las elevadas temperaturas de Alberta y los fuertes vientos han alimentado las llamas que han provocado la mayor evacuación en la historia de la provincia canadiense.

Las llamas y el humo han forzado la evacuación de los alrededor 70.000 habitantes de Fort McMurray y otras 20.000 personas de otras comunidades del noreste de la provincia de Alberta.