Unas 22 mil personas participaron este miércoles en la tradicional batalla con tomates de la Tomatina, en el pueblo español de Buñol, que este año contó con seguridad reforzada a dos semanas de los ataques yihadistas en Cataluña.
Unos 740 agentes de cuerpos de seguridad, entre policías, bomberos y socorristas, resguardaron a la que es considerada como la mayor batalla de tomates del mundo, con un incremento de efectivos de un 5% respecto a 2016, indicó la alcaldía de Buñol (este).
Fiesta turística. Vehículos de la policía se estacionaron en la entrada de las estrechas calles del pueblo para impedir el ingreso de vehículos, mientras la multitud se lanzó tomates durante alrededor de una hora.
La popular fiesta, que este año cumplió su 72º aniversario, es un imán para turistas extranjeros, particularmente británicos, japoneses y estadounidenses. El estallido de petardos, a las 11 horas locales, marcó el inicio de la descarga del arsenal de tomates maduros lanzados durante la fiesta, a la que la mayoría de los participantes asisten únicamente en traje de baño y con gafas para proteger los ojos.