El arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, afirmó que los católicos que hayan vuelto a contraer nupcias deben vivir "como hermano y hermana".
El arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Charles Chaput, dijo que las parejas católicas que se hayan divorciado y vuelto a casarse por lo civil serán bienvenidas a tomar la Sagrada Comunión, siempre y cuando se abstengan de tener sexo y vivan el resto de su vida como si fueran “hermanos”.
"Vivir como hermano y hermana”. Chaput, conocido por su énfasis en la obediencia a la doctrina católica, publicó una nueva serie de normas pastorales para clérigos y otros líderes en la arquidiócesis que entraron en vigencia el 1 de julio. Las directrices se asemejan a la doctrina esgrimida por el papa Juan Pablo II. "Vivir como hermano y hermana es necesario para los divorciados que hayan contraído nupcias civiles, para que puedan recibir la reconciliación en el Sacramento de la Penitencia, que entonces puede abrir el sendero de la Eucaristía", dicen las nuevas normas.
¿Y la tolerancia? Las pautas entraron en vigencia el 1 de julio y llegan tres meses después de que el papa Francisco instara a los obispos a ser más tolerantes con los católicos que viven fuera de la doctrina y de las enseñanzas sociales de la Iglesia, incluyendo a los divorciados que se vuelven a casar y a los que tienen relaciones con personas del mismo sexo.
Parejas homosexuales. En su reconocimiento de la homosexualidad, las pautas de Filadelfia afirman que dos personas del mismo sexo con una “relación activa y pública, por muy sincera que sea, representan un contratestimonio a la fe católica, y lo único que eso puede provocar es una confusión moral en la comunidad". “Por lo tanto –dicen las normas– a aquellos que se sienten atraídos predominantemente por personas de su mismo sexo se les pide esforzarse por vivir castamente para el reino de Dios. Para ese esfuerzo, necesitan apoyo, amistad y comprensión en el caso de que no puedan lograrlo”.
Comparte esta noticia