La ex soldado estadounidense, que filtró información clasificada a Wikileaks, habló sobre la conmutación de su condena, el motivo de su acción y su transición de género.
Chelsea Manning dio su primera entrevista desde que salió en libertad el pasado 17 de mayo tras cumplir siete años en prisión. La ex analista de Inteligencia de Estados Unidos afirmó no sentía estar vulnerando la seguridad de su país cuando filtró un número récord de documentos clasificados sobre las guerras de Irak y Afganistán a Wikileaks.
"Recibía toda esta información que contenía pura muerte, destrucción y violencia. Con el tiempo, dejé de verlo todo solo como estadísticas y datos y empecé a ver a personas. La contrainsurgencia en conflictos no es una cosa sencilla. No es tan simple como tipos buenos contra tipos malos. Es un desastre", dijo a ABC News.
Agradeció a Obama. Manning dijo que acepta su responsabilidad y que nadie le ordenó a compartir la información. Además, agradeció al expresidente Barack Obama por conmutar su pena antes de dejar la Casa Blanca.
“Le diría al expresidente Barack Obama que estoy muy agradecida. Me dio la oportunidad. Lo único que pedía era una oportunidad y esta es mi oportunidad”, declaró entre sollozos. Señaló que no pensó amenazar la seguridad nacional con sus actos.
Su nueva identidad. La ex funcionaria fue condenada en 2010 cuando aún se identificaba como Bradley Manning. Sin embargo, mientras estuvo en prisión reafirmó su deseo de adoptar físicamente el género femenino. En 2013 pidió que se le facilite el tratamiento hormonal para su transición en la cárcel. Finalmente, la solicitud le fue aprobada poco antes de su liberación.
"Tenía que ser quien soy. (…) Las hormonas, literalmente, me mantienen viva. Me mantienen lejos de sentir que estoy en el cuerpo equivocado. Antes, simplemente tenía estos horribles deseos de despedazar mi cuerpo", contó ante la pregunta sobre qué la motivó a revelar su identidad públicamente y luchar por su acceso al tratamiento.
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