Hay diversas razones para que un ciudadano estadounidense pierda su nacionalidad, todas vinculadas a faltas graves contra el país.
La ciudadanía de Estados Unidos brinda innumerables beneficios, pero es esencial entender que ciertos actos pueden resultar en su anulación. La Sección 349 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) establece claramente las situaciones que podrían llevar a perderla, todas ellas vinculadas a acciones específicas y voluntarias.
¿Qué motivos conducirían a perder la ciudadanía de Estados Unidos?
Entre los actos que podrían desencadenar la pérdida de la nacionalidad se encuentran:
- Obtener la naturalización en un país extranjero después de los 18 años.
- Prestar juramento, afirmación u otra declaración formal de lealtad a un Estado extranjero o sus subdivisiones políticas después de los 18 años.
- Ingresar o servir en las fuerzas armadas de un Estado extranjero involucrado en hostilidades contra EE.UU. o servir como oficial comisionado o suboficial en las fuerzas armadas de un Estado extranjero.
- Aceptar empleo con un gobierno extranjero después de los 18 años si uno tiene la nacionalidad de ese estado extranjero o se requiere un juramento o declaración de lealtad para aceptar el puesto.
- Renunciar formalmente a la nacionalidad estadounidense ante un funcionario diplomático o consular estadounidense fuera de EE.UU.
- Realizar un acto de traición contra el Gobierno de EE.UU. o intentar por la fuerza derrocar o portar armas contra el Gobierno de EE.UU.
El gobierno establece que, a pesar de cometer uno de estos actos, un ciudadano conservará su nacionalidad estadounidense a menos que exprese explícitamente su deseo de renunciar. Por ejemplo, aceptar empleo con un gobierno extranjero solo conlleva la pérdida si se declara formalmente que ya no se desea ser ciudadano estadounidense.
En caso de que un funcionario consular tome conocimiento de alguno de estos casos, el ciudadano deberá abordar preguntas específicas al tramitar su pasaporte. La respuesta determinará si se tenía la intención de renunciar a la nacionalidad. Si la respuesta es negativa, el funcionario consular registrará la declaración, confirmando que el individuo ha conservado su nacionalidad.
Quienes deseen renunciar conscientemente a su ciudadanía estadounidense pueden hacerlo contactando la embajada o consulado en el nuevo país de residencia y firmando un juramento. Sin embargo, deben ser conscientes de las consecuencias. La pérdida implica la renuncia a derechos y obligaciones en USA, requiriendo la adquisición de otra ciudadanía o enfrentando el riesgo de quedarse sin patria. Además, ingresar a Estados Unidos posteriormente requerirá tramitar una visa.
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