Más de 6.000 cazadores tienen licencia para matar caimanes en este estado, donde se estima hay una población de 1,3 millones de ejemplares.
Más de 6.000 cazadores tienen licencia para matar caimanes en la temporada que se inició esta semana en Florida (sur de EE.UU.), un estado todavía estremecido por la muerte de un niño que fue arrastrado por uno de esos reptiles a una laguna.
Amenaza. Con una población estable estimada de 1,3 millones de ejemplares, los caimanes protagonizaron en 2015 dos ataques mortales, uno a un ladrón que se escondió de la Policía entre la maleza de una laguna y otro a un bañista que nadaba en un canal de un parque estatal.
¿Matanza justificada? Una parte importante en la lucha por mantener un equilibrio en la cifra de caimanes sueltos es el programa de caza que, desde 1988, viene implementando la Comisión para la Conservación de la Caza y la Pesca de Florida (FWC).
Lo que dicen las autoridades. A juicio de Tammy Sapp, portavoz del departamento de caza de la FWC, el programa de conservación de los caimanes es "una historia de éxito" en el estado a la que se añade la iniciativa de caza anual, que "ha sido reconocida nacional e internacionalmente como un programa modelo para el uso sostenible de un recurso natural".
La cacería. La caza de caimanes, que autoriza a cada cazador con licencia a dar muerte a un máximo de dos ejemplares, concluye el próximo 1 de noviembre, y en el sur de Florida tiene su radio de acción principalmente en la zona de los Everglades al oeste de los condados de Broward y de Palm Beach, al norte de Miami, y en el lago de Okeechobee.
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