RPP Noticias conversó con Ariel Segal y Óscar Vidarte sobre la viabilidad de esta obra prometida por el presidente de Estados Unidos.
En Estados Unidos viven 55,2 millones de latinos, un 17% de la población total del país que bordea los 320 millones de habitantes. El presidente Donald Trump prometió en su campaña frenar la inmigración hacia su país desde México construyendo un muro de 3,000 kilómetros que separe definitivamente ambos territorios.
La propuesta fue hecha por primera vez el 21 de julio, durante la Convención Republicana en Cleveland. Parecía una broma, pero aún tras la elección del magnate, insiste en hacerlo. Al día, cerca de 300 mil autos, 15 mil camiones y un millón de personas transitan el paso fronterizo. RPP Noticias consultó con dos analistas sobre las posibles consecuencias de un muro como el propuesto por Trump.
No tiene apoyo. Según el internacionalista Ariel Segal, pese a lo grandilocuente de la promesa y lo firme que parece al hacerla, la propuesta enfrenta una oposición no menor. "Es muy difícil que la Corte Suprema lo permita. También es difícil que el Congreso lo permita, pese a que es dominado por los Republicanos, muchos de los cuales se oponen. Esa propuesta es parte de un todo y lo único que lograría sería aislar a su país. Habla de renegociar contratos de libre comercio y cuestiona la existencia de otros. Eso no les convendría económicamente".
¿Y si se llegara a levantar? Segal consideró que el principal afectado sería México, quien utiliza el paso de frontera intensamente para el comercio. Sin embargo, esa medida, aunque simbólica, tendría pocas consecuencias prácticas para el comercio con Sudamérica. "El comercio entre Estados Unidos con esta región se hace por barcos y avión. Igual, sería necesario reforzar otras alternativas como el comercio con Europa, con Rusia, con China, con el resto de países asiáticos".
Muro de humo. El internacionalista Óscar Vidarte cree que la propuesta de Trump tiene más de populista que realista, que busca contentar al sector más conservador de sus electores. "El presidente tiene pocas opciones de tomar una decisión así sin consenso. Es muy difícil que los demócratas y republicanos apoyen una obra como esta que solo llevará a un bloque económico perjudicial para ellos", dijo a RPP Noticias.
"Él es partidario de transformar y revisar los acuerdos de libre comercio. Construir un muro físico le puede tomar tiempo y nadie sabe cómo lo va a pagar. Él plantea muros que van mucho más allá de la construcción, quiere consolidar las diferencias", comentó.
Aporte millonario. En 1994, el Gobierno construyó un vallado que llega a cubrir 1,100 kilómetros de frontera. Hay 40 puntos de control, pero no han frenado a los inmigrantes ilegales. Túneles, rampas y otras construcciones han sido utilizados para lograr atravesar los límites, que son custodiados por 20 mil policías. Actualmente, en Estados Unidos viven 11 millones de que pagan 11,600 millones de dólares anuales en impuestos locales y estatales. Si se les otorgara la residencia, su aporte subiría en 805 millones según un estudio del Instituto de Política Fiscal y Económica (ITEP).
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