La mujer se había automedicado el día anterior con benzocaína para aliviar un dolor de muelas. Ella llegó a la sala de emergencias de un hospital en Estados Unidos con síntomas de fatiga, dificultades al respirar y decoloración de la piel
Una mujer de 25 años se presentó en la sala de emergencias de un hospital de Rhode Island, en Estados Unidos, con síntomas de fatiga, dificultades al respirar y decoloración de la piel, que en algunas partes de su cuerpo, como las uñas, se habían tornado de color azul marino.
"Estoy débil y azul", dijo al médico tratante Otis Warren, quien relató lo ocurrido en una presentación del caso en la publicación The New England Journal of Medicine.
La mujer padecía de cianosis -término que describe el tono azul de la piel, especialmente en labios y dedos- debido a una insuficiencia en la oxigenación de la sangre. En su caso, los niveles de oxígeno, si bien eran bajos, no eran tan escasos como para explicar su apariencia.
Los médicos luego detectaron que el problema era una "metahemoglobinemia adquirida", un trastorno sanguíneo que hace que el cuerpo produzca más metahemoglobina, un tipo de hemoglobina, de lo normal.
Automedicación
La metahemoglobina en demasía impide que el oxígeno se libere de forma correcta en los tejidos. Cuando no hay suficiente oxígeno en sangre, esta se torna azulada en lugar de roja.
Este trastorno se produce generalmente después de la administración abusiva de algunos medicamentos, entre ellos la benzocaína, que puede causar que el cuerpo produzca más metahemoglobina de lo normal.
Precisamente, el día anterior la mujer se había automedicado empleando benzocaína, un anestésico tópico dental, para un dolor de muelas.
En el hospital, la joven fue tratada con la administración de un antídoto, azul de metileno, y en pocos minutos los síntomas se mitigaron.
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