Según un informe del FBI, Samuel McDowell, un exindigente de Texas atacó principalmente a drogadictos y prostitutas entre 1970 y 2013.
Samuel Little, un exvagabundo de 78 años que cumple tres cadenas perpetuas en una prisión de Texas hizo una escalofriante confesión a la policía: aseguró haber matado a 90 personas entre 1970 y 2013. De ser cierta esta afirmación se convertiría en el peor asesino en serie en la historia de Estados Unidos.
Little es un exboxeador de 1,90 metros también conocido como Samuel McDowell, que fue arrestado en 2012 en un refugio para personas sin hogar en Kentucky por el asesinato de tres mujeres en Los Ángeles entre 1987 y 1989. Sus víctimas fueron golpeadas y estranguladas.
Según reveló un informe reciente del FBI, el hombre atacó principalmente a drogadictos y prostitutas en una serie de asesinatos que tuvieron lugar por décadas y que se extendieron de costa a costa.
Bobby Bland, el fiscal de distrito del condado de Ector, donde está detenido Little, dijo que finalmente el hombre confesó el asesinato en 1994 de Denise Christie Brothers en Odessa, Texas. "Después de que un policía texano llamado James Holland se ganara su confianza, Little comenzó a confesar docenas de otros asesinatos cometidos entre 1970 y 2005", dijo Bland.
La analista de delitos del FBI Christina Palazzolo dijo durante una entrevista en mayo de 2018 que Little le detalló a Holland el número de personas que había asesinado en cada lugar.
"Jackson, Mississippi — una; Cincinnati, Ohio — una; Phoenix, Arizona — tres; Las Vegas, Nevada—una...", dijo Palazzolo. Fueron en total 90 asesinatos, de los cuales la policía ha verificado 34 hasta el momento. "Little será confirmado como uno de los mayores, sino el mayor, asesino en serie en la historia de Estados Unidos", escribió Bland en un comunicado.
Se cree que el asesino en serio más letal en Estados Unidos es Gary Ridgway, el llamado 'asesino de Green River', condenado por 49 asesinatos y quien está cumpliendo una sentencia de cadena perpetua en el estado de Washington.
El FBI aseguró que está trabajando con el Departamento de Justicia, la policía de Texas y docenas de agencias locales y estatales para ver si las confesiones de Little concuerdan con asesinatos no resueltos en todo el país.
(Con información de AFP)
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