En 1986 una niña despareció cuando jugaba con sus hermanas en un parque estadounidense. Aunque su cuerpo fue encontrado, el caso se estancó y fue cerrado. Ahora la tecnología genética ha permitido hallar nuevos indicios.
La evidencia de ADN obtenida de una servilleta fue empleada para identificar a un sospechoso del asesinato de una niña de 12 años ocurrido en 1986, informaron las autoridades del estado de Washington (Estados Unidos).
Gary Hartman, de 66 años, fue detenido el miércoles acusado de homicidio en primer grado y violación en primer grado, y fue enviado a prisión. El próximo lunes deberá comparecer para que se le notifiquen los delitos de los que se le acusa en el caso que conmovió a la comuna de Tacoma, en el noroeste de Estados Unidos.
El 26 de marzo de 1986, Michella Welch, de 12 años, desapareció mientras jugaba con sus dos hermanitas en un parque público de la ciudad. Un perro policía encontró horas después su cuerpo, abandonado en una cuneta.
La investigación no avanzó y el caso fue cerrado. Ahora los avances tecnológicos en materia de ADN han permitido relanzarlo en dos etapas.
Primera etapa: construir un árbol genealógico
En 2006, la policía científica logró reconstituir una huella de ADN a partir de elementos recogidos en el lugar del crimen, pero no reveló ninguna correspondencia con las fichas de delincuentes registradas en Estados Unidos.
Doce años más tarde, la técnica de la genealogía genética, que recurre a las bases de datos y archivos genealógicos que incluyen a personas que han buscado conocer su ascendencia, permitió que la investigación llegara a buen puerto.
"La genealogía genética emplea la tecnología del ADN para asociar un perfil desconocido a un miembro de su familia. Se recurre entonces a la genealogía tradicional para construir un árbol genealógico gracias a los sitios Internet disponibles públicamente", explicó el viernes en una conferencia de prensa Donald Ramsdell, jefe de la policía de Tacoma.
Gracias a esa técnica se puedo aislar los perfiles de dos hermanos -entre ellos Hartman-, cuya edad y lugar de residencia en 1986 los convirtieron en posibles sospechosos. Ambos fueron puestos bajo vigilancia mientras la policía buscó verificar su perfil genético.
Una servilleta, un policía camuflado
Gary Hartman fue recientemente a comer a un restaurante sin saber que su vecino de mesa era un inspector de policía. Una de las servilletas de papel que utilizó fue recogida por el agente, que la envió a un laboratorio.
El ADN correspondía con la huella retirada del cuerpo de Michella Welch. "En este caso se combinan el trabajo policial tradicional y los progresos tecnológicos", señaló Ramsdell.
"Llegamos a un punto en el que si alguien es un criminal que dejó su ADN en el lugar de su delito más le vale rendirse, porque lo atraparemos", advirtió por su lado Mark Lindquist, fiscal del condado de Pierce.
La genealogía genética permitió también detener a fines de abril pasado en California a un hombre sospechado de ser "el asesino del Golden State", acusado de ser el autor de 12 homicidios y unos 50 violaciones entre los años 1970 y 1980. (Con información de AFP)