El fiscal general de los EE.UU. tuvo que apartarse del caso de la injerencia rusa en la campaña luego de conocerse de sus reuniones con el embajador ruso.
El fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, se encuentra en la cuerda floja debido a las polémicas reuniones que mantuvo con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak durante la campaña presidencial. Dichos encuentros fueron ocultados por Sessions a los legisladores del Senado durante las audiencias de su confirmación en el cargo.
El fiscal general tuvo que anunciar se apartará de la investigación de su departamento sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de noviembre. En un comunicado, Sessions detalló haber decidido "inhibirse de cualquier investigación existente o futura sobre cualquier asunto relacionado de alguna manera con las campañas del presidente de Estados Unidos".
En la mira. Sessions no reveló sus conversaciones con el embajador ruso durante una audiencia en el comité judicial del Senado para ser confirmado como fiscal general. El senador Al Franken le preguntó precisamente si alguien de la campaña de Trump se había comunicado con el Kremlin. "No tengo conocimiento de ninguna de esas actividades. Me han llamado a participar una o dos veces en la campaña y no he tenido comunicaciones con las rusos", dijo entonces Sessions.
"Sobre los comentarios que hice al comité que se han dicho que son incorrectos y falsos, permítanme ser claro. Nunca tuve reuniones con agentes rusos o intermediarios rusos sobre la campaña de Trump", afirmó el jueves el fiscal general en su rueda de prensa.
Las reuniones. El primer encuentro con el embajador ruso se produjo en julio, cuando Sessions dio un discurso ante más de 50 embajadores. Un pequeño grupo se acercó a él cuando dejaba el escenario. Allí estaba el embajador ruso, que frente al resto de representantes agradeció a Sessions su discurso y le invitó a varios eventos que la legación rusa estaba organizando.
Según el Departamento de Justicia, Sessions y Kislyak se encontraron por segunda vez el 8 de septiembre. Ese día, el portal Wikileaks publicó gran cantidad de correos electrónicos de miembros de la campaña de Hillary Clinton.
Acusado. La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha llegado a acusar a Sessions de cometer el delito de perjurio al haber "mentido bajo juramento". Algunos legisladores han pedido al director del FBI, James Comey, que abra una investigación criminal contra Sessions.
Las declaraciones del Departamento de Justicia no han satisfecho a los demócratas, cuyo líder en el Senado, Chuck Schumer, pidió la dimisión de Sessions. También pidió que se designe a un fiscal independiente sin relación con el Gobierno de Trump para investigar los supuestos nexos entre el presidente y el Kremlin. EFE
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