Las familias separadas por la frontera entre los Estados Unidos y México pudieron abrazarse. Más de 300 personas participaron de la actividad.
Por segunda ocasión en menos de tres meses, familias separadas por la frontera entre los Estados Unidos y México pudieron abrazarse el sábado durante tres minutos en las inmediaciones del Río Grande (Bravo).
En la actividad binacional, denominada "Abrazos, No Muros” participó más del triple de personas que el evento del pasado 10 de agosto, dijo la vocera de Red Fronteriza por los Derechos Humanos, Gabriela Castañeda.
Experiencia. También dijo que cerca de 3.500 personas, provenientes de ambos lados de la frontera, acudieron a este punto de la línea divisoria entre Estados Unidos y México, ubicado a la altura de la zona Centro de El Paso y Ciudad Juárez.
"Tenemos 300 familias, la vez pasada teníamos nada más 120, entonces el reto es más importante. Del lado de El Paso tenemos unos 1.500 y del lado de Juárez unos 1.800. Hay gente que viene de California, de Pensilvania, de Denver (...), de muchos lugares del interior", dijo.
Cuando los coordinadores les permitieron encontrarse, los asistentes se aproximaron caminando o corriendo por entre el fango del lecho del río y algunos gritaban, se abrazaban, se tomaban fotografías y lloraban.
El caso. Karina Román, de 19 años, mencionó que esta acción le permitió abrazar, al menos durante tres minutos, a su hermano y a su tío, a quienes tenía doce años sin poder ver en persona.
"Es una experiencia que no puedes explicar", dijo con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada. "Sé que solo fueron tres minutos pero eso nadie te lo puede quitar. Tres minutos que valen mucho porque no se compara con nada", comentó la estudiante, quien aspira a ser enfermera en Estados Unidos, pese a carecer de documentos migratorios legales. (Con información de EFE).
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