La Universidad de Harvard demandó a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, después de que esta revocara su permiso para matricular a estudiantes extranjeros (que suponen la cuarta parte del estudiantado), por presunto "antisemitismo" de la institución.
El Gobierno de Estados Unidos anunció la "revocación" con "efecto inmediato" de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS) de la Universidad de Harvard, quien presentó una demanda con la administración de Donald Trump.
Según el Departamento de Seguridad Nacional, la universidad “ha creado un ambiente inseguro en el campus al permitir que agitadores antiestadounidenses y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, incluyendo a muchos estudiantes judíos”.
La única vía para recuperar dicho programa de matriculación es que en un plazo de 72 horas la Universidad de Harvard brinde información sobre actividades "violentas" y protestas en las que hayan participado sus alumnos.
Dicho comunicado fue acompañado por la publicación de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien acusó a la universidad de “coordinarse con el Partido Comunista Chino” yque “es un privilegio, no un derecho, que las universidades inscriban a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para ayudar a engrosar sus dotaciones multimillonarias”.
En esa línea, la DHS pide a la prestigiosa institución académica que facilite vídeos, imágenes o audios de protestas y actividades "ilegales" y "violentas" que hayan tenido lugar dentro o fuera del campus en los últimos cinco años y en las que hayan participado alumnos con visas de los tipos J1 y F.
Mientras que el centro educativo argumenta que esta revocación es una "violación flagrante de la Primera Enmienda" y una "represalia contra Harvard" por rechazar "sus exigencias de controlar la institución, su plan de estudios y la ideología de profesores y estudiantes".
Cronología del conflicto entre Trump y Harvard
Sin embargo, este conflicto entre el Gobierno de Trump y Harvard comenzó desde principios del mes de abril con recortes de subvenciones de la administración de Donald Trump.
El primer recorte ocurrió el 14 de abril de 2025, cuando Harvard fue vetado una dotación de 2 200 millones de dólares por rechazar una demanda que instaba a poner fin a sus programas de diversidad.
Alan Garber, presidente de Harvard, criticó en ese entonces la medida argumentando que "ningún gobierno debería dictar a qué puede enseñar una universidad privada, ni a quién deben admitir o contratar, o qué áreas de estudio o investigación se pueden perseguir".
El hecho ocurrió en un contexto donde también se recortó con 400 millones de dólares a la Universidad de Columbia al no aceptar una serie de requisitos.
El comunicado del 'Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo' fue firmado por abogados de los departamentos de Educación y Salud y Servicios Humanos de EE.UU.
La semana siguiente se continuó con otra cancelación de 60 millones de dólares en fondos por "supuesta incapacidad de combatir el antisemitismo" en Harvard.
Harvard fue informada del nuevo recorte de 60 millones, relacionados con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, en una carta el 19 de mayo, que cita las conclusiones del grupo federal sobre el supuesto sesgo antiisraelí en la universidad, de acuerdo con el medio dailycaller.com, que obtuvo una copia de la misiva.
Según el informe del 'Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo', algunos profesores habían “integrado y normalizado lo que muchos estudiantes judíos e israelíes experimentan como antisemitismo y prejuicios antiisraelíes”.
La tensión que se quebró
La batalla siguió escalando hasta la fehca en donde el Gobierno de Trump ordenó la prohibición de matricular a estudiantes extranjeros en donde ya no podrán matricularse y quienes se encuentran actualmente matriculados deberán trasladarse a otra universidad o perderán su estatus legal en Estados Unidos.
La carta de la DHS se publicó luego de varios días de idas y vueltas entre Harvard y la Casa Blanca sobre la legalidad de la solicitud de registro y pedido del gobierno sobre información de posibles manifestaciones antisemitas en la universidad, informó The New York Times.
El 17 de abril hubo otro recorte en donde Departamento de Seguridad Nacional declaró en un comunicado que la Universidad de Harvard "no es apta para recibir fondos públicos" y exigió un registro detallado de "actividades ilegales y violentas" de estudiantes extranjeros.
La tensión siguió hasta el mes siguiente, en mayo, donde la secretaria de Educación, Linda McMahon, mandó una carta a Harvard donde advertía a su presidente, Alan Garber, de que la institución no recibirá nuevas subvenciones por parte del Gobierno por supuestamente "burlarse" del sistema de educación superior del país.
Garber respondió en defensa de Harvard en donde insistió que la universidad no se doblegará a las injerencias del Gobierno. En consecuencia, el 13 de mayo hubo otro retiró de subvención, esta vez fueron 450 millones de dólares de financiación.
"Ocho organismos federales de todo el Gobierno anuncian la supresión de aproximadamente 450 millones de dólares en subvenciones a Harvard, que se suman a los 2.200 millones de dólares suprimidos la semana pasada", indicó en un comunicado el 'Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo', creado por Trump.
Según la información que provee la propia universidad, en este curso actual hay inscritos 6 793 estudiantes extranjeros, que equivalen al 27,2 % del cuerpo estudiantil.
El portavoz de Harvard, Jason A. Newton, calificó la medida del DHS de “ilegal” y escribió que Harvard estaba “plenamente comprometido” a mantener su capacidad para inscribir a estudiantes internacionales.
“Esta acción de represalia amenaza con causar un daño grave a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard”, escribió en una declaración publicada en The New York Times.
Situación en Harvard
La matrícula en Harvard es de 59 320 dólares para el año escolar que comienza a finales del 2025, y los costos a los estudiantes pueden ascender a casi 87.000 dólares si se incluye alojamiento y comida, según el mismo diario. Esto da una idea del golpe económico que puede suponer para Harvard la prohibición de matricular a extranjeros.
La Administración republicana notificó a Harvard sobre la decisión tras un tire y afloje en los últimos días sobre la legalidad de una extensa solicitud de registros como parte de la investigación del DHS.
(Con información de EFE, France 24, RFI y The Harvard Crimson)
Te recomendamos
Video recomendado
Comparte esta noticia