La medida aprobada por el mandatario de Estados Unidos excluye a los condenados por delitos graves o que se considere que representan una amenaza para la seguridad nacional.
El presidente Joe Biden ha firmado este miércoles una orden que detiene durante 18 meses la deportación de los palestinos que viven en Estados Unidos ante la situación en la Franja de Gaza, bombardeada diariamente por el Ejército de Israel desde los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
"Tras el horrible ataque terrorista del 7 de octubre perpetrado por Hamás contra Israel y la consiguiente respuesta militar de Israel, las condiciones humanitarias en Gaza se han deteriorado significativamente. A la luz del conflicto en curso y las necesidades humanitarias sobre el terreno, Biden ha firmado un memorando ordenando el aplazamiento de la expulsión de ciertos palestinos, brindándoles un refugio seguro temporal", reza un comunicado de la Casa Blanca.
El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, informó que el presidente Biden "está concediendo salida forzosa diferida durante 18 meses a los palestinos que se encuentran actualmente en Estados Unidos", que es una autorización transitoria y temporal que permite la estancia en el país.
"Esta concesión de salida forzosa diferida brindaría protección a la mayoría de los palestinos en Estados Unidos, con ciertas excepciones", ha indicado, detallando que aquellos que estén condenados por delitos graves o que se considere que representan una amenaza para la seguridad pública "no son elegibles" para esta condición.
Asimismo, Sullivan ha agregado que cualquiera que regrese voluntariamente a los territorios palestinos "perdería dichas protecciones".
La ofensiva de Israel se ha saldado hasta la fecha con más de 28 500 muertos y 68 200 heridos en la Franja de Gaza. Asimismo, 388 palestinos han muerto en operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad de Israel y ataques perpetrados por los colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde los ataques de Hamás, que se saldaron con 1 200 muertos y 240 secuestrados en territorio israelí.
Guerra continúa
Pese a las negociaciones para un alto al fuego temporal que podría durar unas seis semanas, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Herzi Halevi, anunció muchos más meses de combates antes de concluir la ofensiva.
"Todavía queda un largo camino por recorrer antes de que podamos alcanzar los objetivos de la guerra. Necesitamos eliminar a los altos dirigentes (de Hamás), eliminar a más comandantes y agentes del enemigo, devolver a los civiles a sus hogares sanos y salvos y traer a los rehenes a casa: una misión suprema y una obligación moral", dijo Halevi en una visita a tropas en Gaza.
Halevi advirtió que "la guerra está mutando", pero que las tropas están progresando según lo planeado, aseguró, con combates contra objetivos específicos en el norte del enclave y en Jan Yunis, destruyendo "todos los activos estratégicos de Hamás en la ciudad antaño considerada su bastión" en la zona sur.
(Con información de Europa Press)
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