Los agentes le habían ordenado al hombre de 35 años que soltara una tubería que llevaba consigo.
La Policía de la ciudad de Oklahoma (EE.UU.) mató este martes por la noche a un sospechoso que no hizo caso a los agentes y resultó ser una persona sorda que no pudo escuchar las indicaciones.
Magdiel Sánchez (35) falleció en la puerta de su casa tras sufrir un disparo por hacer caso omiso a los agentes que le ordenaron soltar una tubería que llevaba consigo y tirarse al suelo. Pese a que al menos un vecino intentó alertar a la Policía de que el sospechoso no podía oirles.
Así ocurrió. Los hechos tuvieron lugar a primera hora de la noche del martes. Dos agentes trataban de localizar al dueño de un vehículo que poco antes se había visto involucrado en un accidente de tráfico y se había dado a la fuga.
Los agentes recibieron un aviso de la dirección del conductor del vehículo, por lo que se dirigieron al domicilio. Al llegar, el teniente Matthew Lindsey se encontró con Magdiel Sánchez sentado en el porche de su casa y con una tubería entre sus manos, por lo que decidió pedir refuerzos.
Malas decisiones. "Cuando llegó la unidad de refuerzo, comenzaron a darle indicaciones al individuo para que soltara el arma y se tumbara en el suelo", relató el capitán Bo Mathews, jefe de la Policía de Oklahoma. En ese momento, Sánchez se puso en pie y se dirigió hacia los agentes, aún con la tubería en sus manos.
Pese a que, según reconoció Mathews, había al menos un vecino avisando a los agentes de que Sánchez no podía escucharles, Lindsey abrió fuego con una pistola eléctrica, mientras que un segundo agente, el sargento Christopher Barnes, disparó su arma reglamentaria y abatió a Sánchez. Al llegar al lugar de los hechos, el equipo de emergencia sanitaria tan solo pudo certificar la muerte de Magdiel Sánchez. (Con información de Efe)

