Larry Nassar estuvo en el cargo por casi dos décadas. Fue condenado a hasta 175 años de prisión por abusos sexuales.
La apertura de audiencias de sentencia contra el ex médico de la selección de Gimnasia de Estados Unidos, Larry Nassar, en Lansing (Michigan), dejó la imagen desoladora de más de una decena de mujeres deportistas y familiares que denunciaron ante la jueza Rosemarie Aquilina, responsable del caso, las monstruosidades que les tocó vivir en manos del acusado.
Todos y cada uno de los testimonios de las deportistas y familiares mostraron el calvario por el que les ha tocado vivir durante tantos años desde que fueron abusadas sexualmente por Nassar, que en todo momento se mantuvo con los ojos cerrados y cabizbajo.
Expresiones como "me robó la inocencia, la privacidad, la seguridad y la confianza. Un monstruo que sólo me dejó dolor y cicatrices. Mi primera experiencia sexual llegó cuando aún iba a la guardería", se escucharon durante la primera jornada de la audiencia que se espera pueda acabar el viernes cuando al menos 98 personas hayan dado su testimonio como adelantó el fiscal del caso.
El más dramático de la jornada fue el que ofreció Donna Markham, la madre de su hija Chelsea, que nunca pudo superar el calvario de las marcas que le dejó el abuso sexual de Nassar y a los 23 años, en el 2009, se quitó la vida. "Ella no podrá estar hoy con nosotros" manifestó Markham. "Todo comenzó con él".
Markham dijo que su hija fue abusada sexualmente cuando visitó a Nassar a la edad de 10, 11 y 12 años para ser tratada por una lesión y a los 13 abandonó la gimnasia tras encontrarse con Nassar en una competición, para iniciar una camino de destrucción que la llevó también al mundo de las drogas.
Los testimonios de la primera sesión de audiencias fueron desoladores y dramáticos, que hizo que hasta la propia jueza Aquilina se emocionase y alabase el coraje y la valentía de las que los dieron.
La jueza al final lo condenó de 40 a 175 años de prisión por los abusos a las gimnastas.
Comparte esta noticia