Joshua Charles Acosta fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de la pareja y de un amigo de esta. El joven confesó el triple homicidio ante las autoridades de Estados Unidos.
Un exsoldado del ejército de Estados Unidos fue sentenciado a cadena perpetua por un triple asesinato, incluidos los padres de una amiga adolescente, a quienes decidió matar "para liberarla de una vida de abuso", informó el fin de semana la fiscalía del condado de Orange, en California. Joshua Charles Acosta (23) no podrá obtener libertad condicional y además se le ha impuesto una pena adicional de 75 años, de acuerdo con el órgano legal.
Acosta había sido hallado culpable por los asesinatos ocurridos en septiembre de 2016 en Fullerton -al sureste de Los Ángeles- de Jennifer Goodwill-Yost (39), del esposo de esta, Christopher Yost (34), y de un amigo de la pareja, Arthur William Boucher (28). En el momento de los asesinatos, según señaló la fiscalía, Acosta era amigo de Frank Félix, de 27 años, residente de Sun Valley, quien está acusado de complicidad por los crímenes y espera juicio, y de la novia de Félix, Kaitlynn Goodwill, de 17 años, hija de Jennifer e hijastra de Yost.
El crimen confeso
Durante la investigación, el entonces militar confesó a las autoridades que decidió asesinar a la pareja para liberar a la joven de la tiranía de su madre y padrastro. Kaitlynn declaró en el juicio contra Acosta a cambio de garantía de inmunidad y aseguró que "no tenía idea de que sus padres y Billy iban a ser asesinados", según informó Troy Pino, fiscal del caso y miembro de la Unidad de Homicidios de la fiscalía de Orange.
No obstante, la joven aseguró que su padrastro había abusado sexualmente de ella durante varios años y que su madre la había atacado físicamente. En la madrugada del 24 de septiembre de 2016, Acosta entró a la residencia armado con una escopeta propiedad del padre de Félix, que había hurtado con ayuda de su amigo, y disparó contra Boucher, quien dormía ocasionalmente en un sofá en la sala.
Triple asesinato
Luego fue a la habitación de la pareja, le disparó a Jennifer en el rostro y a Christopher en la cabeza, cuando trataba de escapar hacia el patio. Mientras tanto, Félix y Kaitlynn esperaban a Acosta en una camioneta estacionada frente a la residencia. En la vivienda también dormían dos hermanas menores de Kaitlynn, de seis y nueve años. La niña de seis años llamó al 911 para informar que sus padres estaban muertos.
Luego de los asesinatos, Félix fue hasta su casa con Acosta, donde trataron de deshacerse de evidencia. Días después, agentes del Departamento de Policía de Fullerton arrestaron a Félix en su residencia y a Acosta en el cuartel del ejército en Fort Irwin, en el Desierto de Mojave, al noreste de Los Ángeles. Félix tiene programada una audiencia preliminar de juicio el 1 de febrero de 2019, en Santa Ana.
EFE
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