El gobernador de Nueva York indicó que la pena de muerte es "moralmente indefendible y no tiene lugar en el Siglo XXI". También mostró su respaldo a la modificación que hizo el Vaticano a un lineamiento del Catecismo Católico que declaró este tipo pena como "inadmisible".
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, afirmó que promoverá la anulación de la pena de muerte a nivel estatal en Estados Unidos luego de que el papa Francisco calificara esta condena de "inadmisible" porque atenta contra la dignidad de la persona.
"Al declarar la pena de muerte inadmisible en todos los casos y al trabajar para poner fin a esta práctica a nivel global, el papa Francisco está dando lugar a un mundo más justo para todos", aseguró Cuomo en un comunicado remitido a la prensa.
"La pena de muerte es moralmente indefendible y no tiene lugar en el siglo XXI", agregó. Nueva York, que no ejecuta a un reo desde 1963, es un estado que ha abolido y vuelto a instaurar la pena de muerte varias veces a lo largo de su historia.
La última vez que se reinstauró fue en 1995 cuando el gobernador George Pataki cumplió con una de sus promesas electorales, pero en 2004 el decreto fue declarado inconstitucional por el Tribunal Estatal de Apelaciones, la más alta magistratura neoyorquina. En 2007 la última pena capital fue reducida a cadena perpetua.
Andrew Cuomo es el hijo del antiguo gobernador de Nueva York Mario Cuomo, que durante años luchó por la anulación de la pena capital en Estados Unidos.
"La decisión del papa valida la posición ética de mi padre contra la pena de muerte", subrayó el actual gobernador, que describió la condena como una "fea mancha en la historia" de Estados Unidos. Un total de 31 estados de los 50 del país siguen utilizando la pena de muerte, así como el gobierno a nivel federal y el Ejército estadounidense.
(Con información de EFE)
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