Según la investigación, la mujer contrató a tres personas para que secuestren y asesinen a su vecina, una joven madre hispana.
Un tribunal de apelaciones de Texas (Estados Unidos) rechazó el recurso presentado por la británica Linda Carty (59) para evitar la pena de muerte por el secuestro y asesinato por apuñalamiento de Joana Rodríguez en 2001. Según las investigaciones oficiales, la mujer pretendía robarle su hijo recién nacido.
Carty fue declarada culpable en febrero de 2002 por el secuestro y asesinato de su vecina hispana, de 25 años. En el 2016 un tribunal inferior de apelaciones le había concedido una audiencia para que presentara nuevas pruebas que pudieran demostrar su inocencia.
Sin embargo, el juez rechazó su recurso argumentando que había suficientes evidencias que la incriminaban. El Tribunal Penal de Apelaciones de Texas rechazó este miércoles su nueva apelación.
El caso de Linda
La organización británica contraria a la pena de muerte REPRIEVE respaldó la inocencia de esta mujer. Además defiende que los otros implicados en el caso crearon una estrategia común para incriminar a Carty y evitar ellos la pena máxima.
Según los testimonios recogidos en la investigación, la mujer originaria del archipiélago caribeño de San Cristóbal y Nieves, que es territorio británico, contrató a Chris Robinson, Gerald Anderson y Carliss Williams para asaltar el apartamento de la joven madre en Houston.
La noche de los hechos, estos tres hombres irrumpieron armados en el domicilio de Rodríguez, secuestraron a la mujer y al bebé y dejaron atados a otros dos miembros varones de la familia.
Para el director de REPRIEVE, Clive Stafford, de haber tenido unos "buenos abogados" la mujer británica nunca habría sido condenada. Linda Carty es una de las seis reclusas en el pabellón de la muerte de Texas y de no obtener el indulto podría convertirse en la primera mujer británica ejecutada desde Ruth Ellis en 1955. (Con información de Efe)
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