La redada terminó con la detención de 475 trabajadores, mayormente surcoreanos, en una planta de baterías para vehículos eléctricos en Ellabell, Georgia, EE.UU. Autoridades de Corea del Sur lograron un acuerdo para la liberación de sus ciudadanos.
El último jueves, agentes federales de Estados Unidos llevaron a cabo una redada masiva en la planta de baterías para vehículos eléctricos de Hyundai Motor Group y LG Energy Solution, ubicada en Ellabell, Georgia. La operación, calificada como la mayor en un solo lugar en la historia de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), resultó en la detención de 475 trabajadores, en su mayoría ciudadanos surcoreanos, por presuntas violaciones migratorias.
Este operativo, denominado "Operación Bajo Voltaje", generó tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Corea del Sur, un aliado clave en comercio y seguridad.
¿Qué pasó en la redada de la planta Hyundai-LG?
El operativo tuvo lugar en el complejo Hyundai Motor Group Metaplant America (HMGMA), un proyecto de 7600 millones de dólares destinado a la producción de vehículos eléctricos y sus componentes.
Según Steven Schrank, agente especial a cargo de HSI en Georgia y Alabama, la redada fue el resultado de una investigación criminal de varios meses sobre “prácticas laborales ilegales y otros delitos federales graves”.
“Esta no fue una operación de inmigración donde los agentes llegan, detienen a personas y los ponen en autobuses. Esta es una investigación criminal de varios meses”, afirmó Schrank en una rueda de prensa el último viernes.
De los 475 detenidos, al menos 300 eran ciudadanos surcoreanos, 23 mexicanos y un indonesio, entre otros.
Las autoridades indicaron que algunos trabajadores cruzaron la frontera ilegalmente, mientras que otros ingresaron con exenciones de visa que no permitían trabajar o excedieron el tiempo permitido por sus visas. La mayoría de los arrestados eran subcontratistas, no empleados directos de Hyundai o LG Energy Solution.
LG reportó que 47 de sus empleados, 46 surcoreanos y uno indonesio, fueron detenidos, junto con aproximadamente 250 trabajadores de contratistas asociados.
Imágenes difundidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) mostraron a trabajadores esposados y con cadenas en los tobillos, subiendo a autobuses.
Videos en redes sociales capturaron momentos de caos, con trabajadores intentando huir, algunos escalando vallas o escondiéndose en ductos y zonas boscosas.
Según las autoridades, varios trabajadores llegaron a caer en un estanque de aguas residuales, de donde fueron rescatados por agentes utilizando una lancha.
ICE has released a video of its raid on Hyundai–LG's Georgia battery plant site, showing Korean workers chained up and led away.
— Raphael Rashid (@koryodynasty) September 6, 2025
South Korea's foreign ministry has confirmed over 300 of the 457 taken into custody are Korean nationals. https://t.co/wloUNpE4MG pic.twitter.com/brORwXGxun
Reacción de Corea del Sur
El gobierno de Corea del Sur expresó su preocupación por la redada, que ocurrió en un momento crítico de las relaciones comerciales con Estados Unidos.
El viernes, el portavoz del Ministerio de Exteriores surcoreano, Lee Jae-woong, declaró que en cumplimiento de la ley en Estados Unidos, "no deben ser injustamente afectados ni las actividades económicas de nuestras empresas de inversión ni los derechos de nuestros ciudadanos”.
Seúl transmitió su malestar a la Embajada de Estados Unidos y envió personal consular a Georgia para asistir a los detenidos.
Este domingo, Kang Hoon-sik, jefe de gabinete del presidente surcoreano Lee Jae Myung, anunció que se había alcanzado un acuerdo con Estados Unidos para liberar a los aproximadamente 300 ciudadanos surcoreanos.
“Como resultado de la respuesta rápida y unida… se han concluido las negociaciones para la liberación de los trabajadores detenidos”, afirmó Kang.
Un vuelo chárter repatriará a los trabajadores una vez completados los trámites administrativos.
La BBC informó que la redada ha generado críticas en medios surcoreanos, como el caso del periódico Dong-A Ilbo, el que advirtió sobre un posible “efecto paralizador” en las inversiones de empresas surcoreanas en Estados Unidos.
Park Yoon-joo, primer viceministro de Asuntos Exteriores, calificó la difusión de imágenes de la redada como “desafortunada”, especialmente tras recientes negociaciones comerciales bilaterales.
La redada contrasta con los esfuerzos de Estados Unidos por atraer inversiones surcoreanas. En julio, ambos países acordaron un fondo de 350 000 millones de dólares para facilitar la entrada de empresas surcoreanas al mercado estadounidense, con Hyundai comprometiéndose a invertir 26 000 millones de dólares.
Política migratoria de Trump y relaciones comerciales
La operación se enmarca en la agenda antiinmigratoria del segundo mandato del presidente Donald Trump. “Eran inmigrantes ilegales y el ICE simplemente estaba haciendo su trabajo”, afirmó Trump al ser cuestionado sobre la redada.
Tom Homan, zar fronterizo de la administración, adelantó a la cadena de noticias CNN que se esperan más operativos similares en centros de trabajo.
La redada contrasta con los esfuerzos de Estados Unidos por atraer inversiones surcoreanas. En julio, ambos países acordaron un fondo de 350 000 millones de dólares para facilitar la entrada de empresas surcoreanas al mercado estadounidense, con Hyundai comprometiéndose a invertir 26 000 millones de dólares. Sin embargo, las restricciones migratorias y los aranceles del 15% impuestos a exportaciones surcoreanas han complicado las relaciones bilaterales.
Respuesta de Hyundai y LG Energy Solution
Hyundai aseguró que ningún detenido era su empleado directo y reiteró su compromiso con las leyes migratorias.
“Estamos cooperando con las autoridades y nos comprometemos a cumplir con todas las normas laborales y de inmigración”.
LG Energy Solution, por su parte, suspendió los viajes de negocios a Estados Unidos y ordenó a sus empleados en el país regresar a Corea del Sur. “Nuestra máxima prioridad es siempre garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros empleados y socios”, declaró la compañía a The Washington Post.

La planta de Hyundai-LG, descrita por el gobernador de Georgia, Brian Kemp, como “el mayor proyecto de desarrollo económico en la historia del estado”, emplea a más de 1200 personas.
A pesar de la redada, Hyundai afirmó que la producción de vehículos eléctricos no se vio afectada, aunque la construcción de la planta de baterías se paralizó temporalmente.
Cho Dahye, presidenta de la Asociación Coreano Americana de Greater Savannah, expresó que la redada dejó a la comunidad “conmocionada y extremadamente triste”. Advirtió que incluso los surcoreanos con estatus legal temen ser blanco de futuras operaciones.
¿Qué sigue tras la redada?
Corea del Sur planea agilizar el acceso a visas para evitar incidentes similares, mientras LG Energy Solution y Hyundai investigan las prácticas de sus subcontratistas.
La redada, según expertos como John Sandweg, exdirector interino de ICE citado por The Washington Post, refleja una estrategia de aplicación migratoria más tradicional, similar a las del gobierno de George W. Bush, con énfasis en investigaciones prolongadas.
El operativo en Ellabell pone de manifiesto el delicado equilibrio entre las políticas migratorias de Trump y los objetivos económicos de atraer inversión extranjera, especialmente de aliados como Corea del Sur. Mientras tanto, los trabajadores detenidos permanecen en el Centro de Procesamiento de Folkston, Georgia, a la espera de su repatriación o resolución de su estatus migratorio.