El mandatario estadounidense no logró que la Cámara de Representantes vote el jueves su proyecto de ley de salud por falta de apoyo entre los republicanos.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, dio un ultimátum a la bancada republicana para forzar este viernes un voto sobre el nuevo plan de salud, tras sufrir durante la tarde su primer revés legislativo al no lograr un acuerdo entre los conservadores que obligó a posponer la votación.
El mandatario hizo todo lo que pudo para hallar consenso entre los republicanos sobre el nuevo plan de salud con el que intenta derogar y sustituir la ley sanitaria del expresidente Barack Obama, pero no fue suficiente y el liderazgo de la Cámara Baja se vio obligado a posponer su voto sin fecha prevista.
Es el primer revés legislativo que sufría el mandatario desde su llegada a la Casa Blanca y en el seno de su propio partido, incapaz de ponerse de acuerdo sobre uno de los aspectos más polémicos y delicados de la política estadounidense: el sistema sanitario.
La reacción de Trump. Ante esa situación, Trump fue contundente y envió a Mick Mulvaney, jefe de Presupuesto de la Casa Blanca, y antiguo miembro del grupo disidente, para advertir a los congresistas de que el presidente está dispuesto a dejar en pie la ley de Obama si no se llegaba a ningún acuerdo.
Según indicó Mulvaney, si el proyecto de ley no logra el apoyo suficiente en el Congreso, Trump está dispuesto a seguir adelante con su agenda programática y dejar en pie el sistema sanitario actual.
"Mañana (hoy) es la hora de votar", aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, a la cadena conservadora Fox News. "Esta es la oportunidad para la gente que ha esperado durante años para ver la derogación y el reemplazo del Obamacare". (EFE)
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