Ambos hombres, uno de ellos un expolicía, se conocieron en un foro de internet sobre canibalismo.
La Audiencia provincial de Dresde, al este de Alemania, condenó a ocho años y siete meses de prisión a Detlev Guenzel, un expolicía por, haber matado y troceado a Wojciech Stempniewicz, un hombre polaco al que conoció en un foro de internet sobre canibalismo. La sentencia se dio luego de que el Tribunal Supremo ordenara repetir todo el proceso.
La segunda condena es similar a la primera, dictada en abril del año pasado, cuando como ahora, el acusado fue considerado culpable del asesinato y la profanación de un cadáver. El tribunal tuvo en cuenta entonces que la víctima había pedido al acusado que acabara con su vida para no imponer la cadena perpetua que se aplica habitualmente en los casos de asesinato. La defensa, sin embargo, dijo que la víctima se había suicidado y el Supremo consideró que no se había investigado suficientemente esa posibilidad. Si se descartaba el suicidio y se condenaba al sospechoso por asesinato, la pena debía ser de cadena perpetua.
Un caso extraño. Este martes, la Audiencia de Dresden volvió a imponer una condena de menos de nueve años y alegó de nuevo, según un portavoz citado por medios locales, que la cadena perpetua no sería razonable, ya que la víctima dijo que quería ser asesinada. El caso, que se remonta a noviembre de 2013, suscitó gran interés en Alemania, ya que en un principio los investigadores sospecharon que podía estar relacionado con prácticas caníbales.
Los dos hombres, un policía y un consultor, se habían conocido a través de un foro de internet llamado "Zambian meat" y habían pactado en la distancia su encuentro y la muerte del segundo. Este, según testigos interrogados por la policía, desde su juventud tenía "fantasías" de que un tercero lo matara y se lo comiera. Guenzel negó desde el principio haber incurrido en un acto de canibalismo y dijo que actuó sólo para satisfacer las fantasías de su víctima, aunque luego explicó que la víctima se había ahorcado sola.
Sí reconoció que había descuartizado el cadáver, proceso que además filmó en un vídeo que había borrado pero que los investigadores pudieron recuperar, aunque en él no aparece el momento de la muerte. Con la decisión de este jueves, el tribunal consideró nuevamente probado que el agente de policía mató al consultor, lo descuartizó y lo enterró en el jardín de la pensión que gestionaba junto a su pareja. EFE

