Cuatro meses después se logró capturar al presunto cerebro del aparato logístico de los yihadistas.
Bélgica detuvo este viernes al hombre más buscado de Europa, Salah Abdeslam, tras los atentados el 13 de noviembre en París, el presunto cerebro del aparato logístico de los yihadistas que perpetraron la matanza.
La importante operación antiterrorista fue llevada a cabo en Molenbeek, una zona multirracial en Bruselas por la que han pasado varios yihahistas implicados o condenados por ataques terroristas.
La caza de Abdeslam, contra el que pesaba una orden de busca y captura internacional, llegó este viernes a su fin en un operativo en una calle de Molenbeek en el que se escuchaban tiros y detonaciones, y en el que el presunto terrorista resultó herido en una pierna.
Abdeslam, francés de 26 años nacido en Bruselas, fue detenido junto a otro sospechoso, Monir Ahmed Alaaj, alias Amine Choukri, que también resultó herido en la operación, y fue llevado junto a éste a un céntrico hospital de la capital belga.
En total la operación antiterrorista se saldó con cinco detenidos: Abdeslam y el otro herido, así como tres miembros de una misma familia que había acogido a Salah, indicó la Fiscalía federal.
Éstos han sido identificados como Abid A, Sihane A, y Djemila M.
La pista definitiva que llevó a las autoridades belgas al escondite de Abdeslam fueron las huellas dactilares y los trazos de ADN hallados en una vivienda que fue objeto de un registro de una vivienda el martes pasado en el distrito bruselense de Forest.
En esa casa se encontraron también un pasaporte a nombre de Monir Ahmed Alaaj y un carné de identidad belga falso a nombre de Amin Chouckri, además de armas y municiones. EFE
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