La cifra de infectados por coronavirus entre los trabajadores de un matadero en la ciudad alemana de Gütersloh superó los 650 positivos el miércoles por la tarde, desatando la alarma y llevando al distrito a decretar el cierre de escuelas y guarderías.
La cifra de infectados por coronavirus entre los trabajadores de un matadero en la ciudad alemana de Gütersloh, en el oeste del país, superó los 650 positivos el miércoles por la tarde, desatando la alarma y llevando al distrito a decretar el cierre de escuelas y guarderías.
Según informó un portavoz del distrito a medios alemanes, de los 983 tests realizados hasta el momento han dado positivo 657, aunque no se descarta que el número pueda ir en aumento, ya que en las instalaciones de la empresa cárnica Tönnies han trabajado hasta 7 000 personas en los últimos tiempos.
Tönnies anunció esta tarde el cierre total de la planta para evitar nuevas infecciones, mientras que los trabajadores contagiados y las personas con las que han estado en contacto -tanto compañeros de trabajo como familiares- tendrán que guardar cuarentena, según fue decretado.
Además, de acuerdo con el jefe de distrito Sven-Georg Adenauer, todos los colegios y guarderías cerrarán, aunque no se producirá un confinamiento generalizado, según afirmó en una rueda de prensa a primera hora de la tarde, cuando el número de positivos todavía se cifraba en torno a 400.
En una intervención al término de una reunión con los jefes de los distintos estados federados, la canciller Angela Merkel "saludó" que el distrito hubiera tomado rápidamente y sin dudar medidas como el cierre de las escuelas.
"Ésta es la estrategia que planteamos para que el virus no se extienda más: estar preparados para reaccionar siempre, porque podemos tener un evento infeccioso incontrolado en cualquier momento", declaró la mandataria, subrayando que "no se puede repetir lo suficiente" lo importante que es la distancia de seguridad.
De acuerdo con informaciones del canal de televisión NTV, muchos de los empleados de la planta cárnica de Gütersloh proceden del este de Europa y están alojados en instalaciones comunales, aunque la cadena también indicó que según estudios científicos el virus se transmite con más facilidad en entornos refrigerados.
No se trata del primer brote de estas características en un matadero alemán; el 8 de mayo una planta en la localidad de Coesfeld cerró tras detectar 129 casos de COVID-19.
La pandemia ha puesto de manifiesto la dificultad de cumplir las medidas de distancia e higiene en el contexto de las condiciones laborales existentes en el sector cárnico, lo que el mes pasado llevó al gobierno a anunciar una reforma estructural del ramo, caracterizado por la mano de obra temporal e inmigrante.
EFE
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