"El primer ministro está centrado en su recuperación, no trabaja en este momento", declaró un portavoz de Boris Johnson.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se recupera del coronavirus en su residencia campestre, mientras su gobierno estudia la eventual extensión del confinamiento para frenar la epidemia que ha provocado más de 11.000 muertos.
Tras una semana en el hospital londinense de Saint Thomas, donde estuvo ingresado varios días en cuidados intensivos, el dirigente conservador de 55 años llegó el domingo a Chequers, una casa solariega situada a unos 50 km al noroeste de Londres.
En esa mansión del siglo XVI, de ladrillo rojo y residencia campestre de los jefes del gobierno británico desde 1921, inició su convalecencia. Desde este lunes, está acompañado de su pareja, Carrie Symonds, embarazada.
"El primer ministro está centrado en su recuperación, no trabaja en este momento", declaró el lunes un portavoz de Johnson.
"Venceremos al coronavirus y lo venceremos juntos", recalcó el primer ministro, con aspecto demacrado, en un video divulgado el domingo, grabado antes de que se trasladara a la residencia en la que Winston Churchill pasó varias Navidades.
El ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, quien dirige temporalmente el gobierno en ausencia de Johnson, dijo a la prensa que el país no ha "superado aún el pico" de la epidemia.
El Reino Unido es uno de los países de Europa más afectados por la pandemia, con 11.329 fallecidos a causa de la COVID-19, pese a las medidas de confinamiento, que el gobierno emprendió más tarde que sus vecinos, el 23 de marzo.
Según el ministerio de Salud, unas 14.500 personas más dieron positivo a la COVID-19 en 24 horas, lo que eleva a casi 89.000 los infectados desde el inicio de la epidemia. (AFP)
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