El torso de la periodista fue encontrado días después de su desaparición. El acusado dijo que arrojó el cadáver de Wall al mar sin descuartizar en pleno estado de 'shock'.
El inventor Peter Madsen dijo ante un tribunal de Copenhague (Dinamarca) que la periodista sueca Kim Wall, que apareció mutilada hace dos semanas en el mar Báltico, murió por accidente tras caerle la escotilla del submarino Nautilus. El diseñador negó haber descuartizado el cadáver.
Madsen declaró que sostenía la escotilla, de 70 kilos, mientras Wall subía las escaleras. Sin embargo se le resbaló y no pudo sujetarla, por lo que le cayó encima a la reportera y la mató. Tras seguir navegando varias horas y mientras sopesaba la posibilidad de suicidarse, decidió que no sería "decente" que Wall tuviera como tumba la nave.
Cuerpo mutilado. Por ello tomó la decisión de tirar el cuerpo por la borda. La jueza consideró que hay "sospechas fundadas" de homicidio y de trato indecente a un cadáver, reforzadas por las "explicaciones cambiantes" del inventor. Madsen será internado para ser sometido a un examen mental tras negarse a hacerlo de forma voluntaria.
"Escuché un sonido, el sonido de que su cuerpo caía al fondo del submarino. La escotilla estaba cerrada, no la vi caerse, solo escuché el ruido", dijo Madsen en una audiencia que duró cuatro horas. Cuando tiró el cuerpo al mar, afirmó, "estaba de una pieza y con ropa".
Triste final. La policía danesa concluyó que el cuerpo, del que solo se ha encontrado el torso, fue cortado de forma intencionada. Además llevaba tubos de metal fijados y presentaba heridas para extraer el aire de su interior para que se hundiese y no saliera a la superficie.
Madsen contó que se echó a dormir un rato mientras el cadáver de la periodista yacía en otro compartimento del submarino. Justificó este acto al estado mental en el que se encontraba. "Sabía que el mundo en el que vivía, que lo es todo para mí, se iba al mismo sitio que Kim. Estaba bajo una psicosis suicida", dijo.

