Sus escritos lo revelan como el despiadado ejecutor que pronunció sentencias de muerte y que planeó el Holocausto, pero también como un atento padre de familia.
Cenas, familia, discursos y visitas a los campos de la muerte... El diario de Heinrich Himmler, publicado durante toda la semana por el periódico alemán Bild, revela detalles escalofriantes de la vida diaria de uno de los principales responsables del Holocausto.
Actividad frenética. Las notas mecanografiadas de mas de mil páginas fueron halladas en Rusia en 2013 y describen la actividad frenética de uno de los dirigentes nazis más cercanos a Adolf Hitler y uno de los planificadores del exterminio de los judíos. Los documentos "ayudan a ordenar de manera más clara los hechos y a entender quién participó en las decisiones del régimen", explicó Matthias Uhl, investigador en el Instituto Histórico Alemán de Moscú, que trabaja con los documentos.
Un hombre de familia. Los diarios de 1941 y 1942 ya habían sido descubiertos en 1991 en Rusia, donde se archivan más de 2,5 millones de documentos de la Wehrmacht, el ejército de la Alemania nazi. "Nos ha sorprendido la necesidad de Himmler de involucrarse en cada pequeño detalle", dice Uhl. Gracias a estos documentos, descubrimos que este hombre que orquestaba el horror nazi era un hombre familiar.
Mounstruo contradictorio. "Himmler era un monstruo de las contradicciones. Por un lado fue un despiadado ejecutor que pronunció sentencias de muerte y que planeó el Holocausto. Por otro lado fue un meticuloso cuidador para la élite de las SS, para su familia, amigos y conocidos", afirma el historiador. Por ejemplo, el 3 de enero de 1943, Himmler se hizo hacer un masaje terapéutico, participó en varias reuniones, llamó a su mujer y a su hija, antes de ordenar, hacia medianoche, la muerte de varias familias polacas.
Ejecutor sin escrúpulos. Himmler también dejó sobre cómo instaba a los SS bajo su mando a usar perros en Auschwitz que fueran “capaces de desgarrar a todo el mundo menos a sus adiestradores”, o sobre cómo saboreó la comida en el campo de concentración de Buchenwald tras observar el gaseamiento de mujeres y niñas judías en Sobibor. "Por un lado era el ejecutor sin escrúpulos que planeó el Holocausto, y por otro se preocupaba de forma hipócrita de la élite de las SS, de su familia y sus amigos (...) Cuidaba mucho de su esposa y de su hija, así como su amorío con su secretaria", comenta Uhl.
Inpeccionaba las cámaras de gas. Los secretarios de Himmler anotaban también sus frecuentes visitas a los campos. El 10 de marzo de 1938, al día siguiente de una visita a Dachau, Himmler va a Sachsenhausen, en las afueras de Berlín, con el responsable de la propaganda nazi, Joseph Goebbels. El 12 de febrero, inspecciona el campo de exterminio de Sobibor. "Himmler quería tener una demostración de la 'eficacia' del exterminio con gas", escribió el diario alemán.
Miraba las estrellas. En los fragmentos publicados, también figuran aspectos de su vida privada, como el 3 de marzo de 1943, cuando después de una serie de citas y reuniones, terminó su día "mirando las estrellas" desde las 00:00 horas a las 00:15.
Información detallada. "Ahora podemos decir exactamente con qué persona se reunió cada día Himmler, dónde estaba, y quiénes eran sus colaboradores más cercanos", dijo Uhl. Los textos, encontrados en los archivos del ministerio de Defensa ruso, cubren los años 1938, 1943 y 1944. El instituto alemán quiere publicar una versión con notas a finales de 2017 o principios de 2018.
Se suicida. Heinrich Himmler fue capturado por el ejército británico en Berlín en mayo de 1945. El 23 de ese mismo mes estando bajo custodia de los ingleses se suicidó tomando una cápsula de cianuro antes de ser interrogado por los Aliados, ganadores de la guerra. (Con información de AFP)
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