El centro de estudios halló miles de muestras no autorizadas en un congelador de un laboratorio donde trabajaba el científico español.
La Universidad de Barcelona (UB) investiga desde hace tres meses tras la muerte de un científico español de 45 años, ocurrida en 2022, que estudiaba en los laboratorios de la Facultad de Medicina la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
De acuerdo con El País, el centro de estudios busca averiguar el origen de “miles de muestras no autorizadas” descubiertas en el laboratorio en el que trabajó el científico. El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y el consorcio público CIBER también se han sumado a la pesquisa.
El bioquímico español, que se incorporó en enero de 2018 al laboratorio 4141, desarrolló síntomas compatibles con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob —una patología neurodegenerativa que se incuba en silencio durante años—, por lo que en noviembre de 2020 pidió la baja. Dos años después falleció.
Isidre Ferrer, responsable del laboratorio, informó a la Universidad de Barcelona y al Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge que, en diciembre de 2018, se habían encontrado fortuitamente, en un congelador a 80 grados bajo cero, muestras sospechosas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
La Universidad de Barcelona cerró y descontaminó el laboratorio. Según el medio español, las muestras sospechosas fueron enviadas en diciembre de 2022 a CIC bioGUNE para su análisis. En marzo de 2023 se confirmó que eran potencialmente infectivas.
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