Un velero de una ONG ingresó a aguas italianas sin permiso y trasladando a inmigrantes. Un hecho que recuerda al caso de la capitana alemana Carola Rackete que entró en Lampedusa con 40 personas rescatadas en el Meditarráneo.
El barco Alex de la ONG italiana Mediterranea llegó hoy al puerto de Lampedusa con 41 inmigrantes, desobedeciendo así la prohibición del ministro del Interior, Matteo Salvini, quien ha avanzado que no permitirá el desembarco de los rescatados.
El barco, un velero de 20 metros de eslora, accedió a aguas territoriales italianas sin permiso y atracó en la isla, con todos los inmigrantes hacinados en su cubierta, protegiéndose del sol con mantas térmicas, según pudo verse en una retransmisión de la ONG.
En el muelle esperaban agentes de policía y voluntarios de la Cruz Roja y otros organismos humanitarios, además de algunas personas que recibieron a la embarcación entre aplausos.
Sin embargo Matteo Salvini ha avanzado que por el momento no permitirá que los inmigrantes bajen del barco y pongan un pie en Italia: "No autorizo ningún desembarco", afirmó.
Mientras, los inmigrantes rescatados permanecen sentadas en la cubierta del velero, junto al muelle, sin poder bajar, tras varios días en alta mar, ante la mirada de los agentes italianos.
"Los náufragos y la tripulación están agotados. Las 41 personas salvadas necesitan ser atendidas y curadas. Estamos viviendo una situación surrealista y es una crueldad inútil prolongar esta espera. Haz que bajen inmediatamente", tuiteó la ONG, pues algunos de los salvados presentan síntomas de enfermedades como la sarna.
Política antimigratoria
El ultraderechista Matteo Salvini mantiene una política de puertos cerrados a las ONG, a las que acusa de fomentar la inmigración irregular, y ha impulsado un decreto que establece multas de hasta 50.000 euros a quienes quebranten esa disposición.
Sin embargo el armador del barco, Alessandro Metz, explicó en Twitter que está dispuesto a asumir todas las responsabilidades.
Mediterranea salvó a 54 inmigrantes el pasado jueves en aguas internacionales frente a Libia y, tras la evacuación de 13 personas entre mujeres embarazadas y niños, el resto permaneció a la espera en la cubierta de este pequeño velero, bajo un asfixiante sol.
Este sábado la ONG había denunciado que a bordo se vivía una situación insostenible por la falta de aseos para tantos rescatados (el velero tiene capacidad para 18 personas) y por ello invocó el estado de necesidad para forzar el bloqueo de Salvini.
Salvini había pedido que pusiera rumbo a Malta, que ofrecía el puerto de La Valeta, pero la ONG se negó porque estaba demasiado lejos, a 90 millas (unos 144 kilómetros), para un velero tan pequeño y con sobrecargo.
Precedente mediático
Mediterranea sigue así el ejemplo de la capitana de la nave "Sea Watch 3", la alemana Carola Rackete, que entró en Lampedusa el pasado 29 de junio con 40 inmigrantes a bordo tras 17 días a la espera, por lo que fue puesta en prisión domiciliaria preventiva.
Aunque tiene una investigación abierta, poco después fue liberada por la justicia italiana, que en su fallo reconoció que "el deber" de salvar vidas en el mar estaba por delante, algo que suscitó la ira de Salvini, quien no había dejado de reclamar prisión para ella.
Desde entonces el ministro ultaderechista, acostumbrado a opinar sobre todo, aunque se escape de sus competencias como ministro del Interior, no ha dejado de criticar a la magistratura.
EFE
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