Militantes de extrema derecha participaron en "persecuciones colectivas" contra migrantes en la localidad de Chemnitz. Estos incidentes fueron originados por la muerte de un alemán de 35 años la semana pasada.
La ultraderecha volvió a manifestarse en Chemnitz (este de Alemania) en contra de la canciller Angela Merkel y de la presencia de refugiados en el país. La concentración fue pacífica, después de que a comienzos de la semana se registrasen incidentes.
La marcha fue convocada por el grupo Pro Chemnitz, dentro de las protestas que han tenido lugar a lo largo de la semana por la muerte de un joven en la ciudad el domingo, presuntamente apuñalado por un demandante de asilo.
Durante las primeras manifestaciones se produjeron ataques contra personas de apariencia extranjera y en algunas de ellas se hizo el saludo nazi. Unos 800 neonazis se lanzaron "a la caza del extranjero" por las calles de la ciudad.
Militantes de extrema derecha hicieron circular el miércoles en las redes sociales una copia de una de las dos órdenes de detención emitidas por la justicia alemana, contra un solicitante de asilo iraquí de 22 años acusado junto a un cómplice sirio del asesinato de un alemán la madrugada del domingo en Chemnitz.
Este homicidio motivó los actos de violencia que se vivieron el domingo en la tercera ciudad más grande de la región de Sajonia. La extrema derecha lo usó como pretexto para insistir en una de sus ideas predilectas: la decisión de la canciller alemana Merkel de permitir la entrada de más de un millón de refugiados en Alemania provocó un alza de la criminalidad.
Buscan calmar los ánimos
El primer ministro del estado federado de Sajonia, Michael Kretschmer, y la alcaldesa de Chemnitz, Barbara Ludwig, se reunieron este viernes con habitantes de la ciudad para responder a sus preguntas.
En ese encuentro también participó parte del Gobierno regional, entre ellos el ministro de Interior, Martin Dulig. Al comienzo de la reunión, Kretschmer pidió un minuto de silencio por la víctima del crimen y prometió que se hará todo lo posible para que se aclare lo sucedido y para que los responsables sean castigados.
Kretschmer llamó a mantener la calma y pidió no creer todas las informaciones que circulan actualmente en internet, pues muchas ellas buscan generar discordia.
"Por ejemplo, se ha dicho que todo empezó por una mujer que fue atacada y que la víctima trató de defenderla. Hemos hablado con los policías que han trabajado de cerca en el caso y eso parece ser falso", dijo Kretschmer.
En algunos momentos de su intervención, Kretschmer fue abucheado por una parte de la audiencia. Pero los abucheos fueron mayores cuando intervino la alcaldesa Ludwig, quien definió a Chemnitz como una ciudad que está actualmente entre el amor y el odio.
Ludwig, y ahí aumentaron los abucheos, criticó abiertamente a los manifestantes, quienes, dijo, no habían colaborado con la policía.
En Chemnitz, piden la renuncia de Merkel
Luego, cuando los ciudadanos tuvieron la palabra en grupos más pequeños, hubo quejas de que en los últimos días las informaciones que habían circulado sobre las manifestaciones sugerían que Chemnitz estaba habitado sólo por neonazis.
"Los cinco idiotas que mostraron el saludo nazi no son representativos", recalcó una de las asistentes, que responsabilizó a los medios de la impresión que se ha dado.
Antes, el ministro regional de Interior, Martin Dulig, había señalado que, por legítimo que fuera el origen de una manifestación, en el momento en que alguien hacía el saludo nazi un demócrata debía marcharse de ella.
Mientras tanto, en la manifestación de Pro Chemnitz un orador pedía la dimisión de Merkel. Al tiempo, otro calificaba de héroe al funcionario de justicia que había colgado en internet la orden de detención contra los dos sospechosos, un sirio y un iraquí, puesto que de otra forma no se hubiera conocido la verdad de lo ocurrido. (EFE y AFP)
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