Los manifestantes, que expresan el descontento de la clase trabajadora francesa, incendiaron vehículos, papeleras y paradas de autobús. La protesta de este sábado es la vigésimo tercera desde que se inició este movimiento contra el Gobierno de Emmanuel Macron.
París era escenario este sábado por la tarde de las primeras escaramuzas entre fuerzas de seguridad y manifestantes de los 'Chalecos Amarillos', con 126 detenidos en el 23ª sábado consecutivo de protestas desde que surgió el movimiento a mediados de noviembre.
La policía cargó en varias ocasiones contra los manifestantes con granadas de dispersión y gases lacrimógenos en un gran bulevar del centro de la capital, entre las plazas de la Bastilla y de la República.
A media jornada, la policía había practicado 126 detenciones y realizado más de 11.000 controles preventivos, según la prefectura. Las fuerzas de seguridad estaban en alerta en París y otras ciudades francesas ante otro sábado de protestas.
Los diarios franceses citaban el sábado una nota del prefecto de policía de París, Didier Lallement, hablando de la posibilidad de que "un bloque radical de 1.500 a 2.000 personas, integrado por 'ultra-amarillos'" siembre el caos en París.
Los "vándalos se dieron de nuevo cita en algunas ciudades de Francia, en Toulouse, en Montpellier, en Burdeos y en particular en París", dijo el viernes el ministro francés de Interior, Christophe Castaner, al anunciar la movilización de 60.000 policías y gendarmes.
De todos modos, un dirigente policial templó los pronósticos. Según él, este vigésimo tercer sábado de protestas, presentado por "los chalecos amarillos" como el segundo "ultimátum" será "un poco menos fuerte" que el primero.
"No sentimos una efervescencia como la que sentimos el 16 de marzo, especialmente entre la ultraizquierda", agregó, estimando que reservarán "fuerzas para el 1 de mayo", el Día Internacional de los Trabajadores.
El 16 de marzo, militantes radicales "black blocs" y 'Chalecos Amarillos' -que exigen una mejora de las condiciones de vida y democracia directa- se unieron en una jornada particularmente conflictiva y violenta en que numerosos comercios de los Campos Elíseos fueron saqueados, costándole el puesto al jefe de policía de París.
Este sábado hay previstas cuatro marchas en París, de las que sólo dos fueron autorizadas.
"Por los Miserables"
Para este "acto 23", los manifestantes se dieron cita principalmente en la capital, al término de una semana en la que el jefe de estado Emmanuel Macron tenía que revelar un gran programa de reformas para aplacar el descontento social.
Sin embargo, el anuncio se aplazó por el incendio en la catedral de Notre-Dame, en París.
El acceso a la catedral, en la que pretendían unirse grupos de "chalecos amarillos", fue prohibidos a los manifestantes, así como otros lugares emblemáticos de París y provincias: la gran avenida parisina de los Campos Elíseos, el centro de Lyon (este) o la plaza del Capitolio de Toulouse (suroeste).
AFP
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