Tras realizarle pruebas, los médicos descubrieron que el paciente tenía niveles extraordinariamente altos de triglicéridos en su sangre, que superaban en 120 veces la tasa normal.
Un hombre de 39 años llegó a una sala de emergencias en Alemania después de experimentar náuseas, vómitos y dolores de cabeza. En el hospital, perdió el conocimiento y necesitaba que le insertaran un tubo de respiración para ayudarlo a respirar.
Tras realizarle pruebas, los médicos descubrieron que el hombre tenía niveles extraordinariamente altos de triglicéridos (un tipo de grasa) en su sangre. El paciente padecía de un caso severo de hipertrigliceridemia, según el informe del caso publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
Una persona sana tiene niveles de triglicéridos por debajo de 150 miligramos (mg) por decilitro de sangre, y los niveles por encima de 500 mg se consideran "muy altos". Sin embargo, los niveles de triglicéridos del hombre alcanzaron los 18,000 mg por decilitro, 120 veces la tasa normal.
Los niveles de triglicéridos eran tan altos que la sangre del hombre adquirió un color lechoso, dijeron los autores del informe del caso, los doctores Philipp Koehler y Matthias Kochanek, del Hospital Universitario de Colonia en Alemania, que trataron al paciente.
El equipo de médicos decidió entonces utilizar una máquina especial para filtrar la sangre del paciente —un proceso denominado plasmaféresis—, pero era un caso tan extremo que el dispositivo de filtrado se quedaba atascado.
La antigua técnica de sangría
La sangre del hombre estaba tan llena de grasa que sus médicos optaron por extraer la sangre manualmente, una antigua práctica conocida como sangría, para salvar su vida. Extrajeron un litro de la sangre del hombre y lo reemplazaron con glóbulos rojos y plasma de un donante. Esto llevó a una disminución en los niveles de triglicéridos del hombre, por lo que los médicos retiraron otro litro, esta vez reemplazándolo con líquidos.
Dos días después, los niveles de triglicéridos del hombre eran lo suficientemente bajos para que la máquina de plasmaféresis funcionara sin obstrucciones. Cinco días después, los médicos pudieron extraer el tubo de respiración del paciente y no tuvo ningún síntoma neurológico persistente.
Koehler y Kochanek dijeron al portal Live Science que nunca antes habían visto un caso como este. El informe sugiere que, si no se puede realizar la plasmaféresis, la "sangría convencional con reemplazo de [sangre y líquido] puede ser una alternativa efectiva" para los pacientes con triglicéridos extremadamente altos ", concluyeron los autores.
Los autores plantean la hipótesis de que los niveles extremadamente altos de triglicéridos en la sangre del hombre fueron causados por una combinación de resistencia a la insulina, obesidad, dieta inadecuada y diabetes insuficientemente tratada.
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