El sumo pontífice aceptó colocarse el distintivo y sonrió para los presentes.
El papa Francisco posó con un casco de bomberos, durante un encuentro en la Plaza de San Pedro con una brigada francesa de bomberos de la localidad de Fort de Domont.
Tras la reunión, el sumo pontífice aceptó colocarse el distintivo y sonrió para los presentes, según reporta L'Osservatore Romano.
En su audiencia pública del miércoles, el religioso reflexionó sobre la llamada de Jesús a Mateo, quien era un recaudador de impuestos en nombre del imperio romano y, por eso, era considerado por los fariseos como un pecador público.
Recordó que a Cristo esa condición no le importó y lo invitó a seguirlo, además de compartir su mesa con publicanos y pecadores, ofreciendo también a ellos la posibilidad de ser sus discípulos.
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