Sergei Skripal (66) fue encontrado inconsciente junto a su hija de (33) tras ser envenenado con un "agente nervioso".
La policía británica reveló que el exespía ruso Sergei Skripal fue envenenado de forma "intencionada" con un agente nervioso, del que aún se desconoce la naturaleza exacta.
Scotland Yard confirmó que Skripal, de 66 años, y su hija Julia, de 33, siguen en estado grave tras entrar en contacto con una sustancia.
Los hechos, ocurridos el domingo en la ciudad inglesa de Salisbury, donde vivía Skripal, constituyeron "un intento de asesinato mediante administración de un agente nervioso", dijo a la prensa en Londres el comandante de la policía contraterrorista británica Mark Rowley.
La identificación de la sustancia ha sido llevada a cabo por un centro de investigación militar, el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa de Porton Down, en el condado de Wiltshire (centro de Inglaterra).
Un policía afectado
Además, Rowley informó de que uno de los agentes de policía que atendió a los dos afectados en el momento de los hechos, se encuentra también hospitalizado en estado grave por intoxicación. La asesora oficial médica de Inglaterra, Sally Davies, calificó lo ocurrido como "horrible" pero aseguró que el suceso no supone un riesgo para la salud y la seguridad nacional.
Scotland Yard dijo que cientos de agentes se encuentran trabajando para esclarecer lo sucedido y que el trabajo policial en Salisbury podría alargarse varios días más e instó a cualquiera que visitara la localidad inglesa el pasado domingo a ponerse en contacto con ellos para aportar cualquier tipo de información que pudiera ser de utilidad.
El antecedente
La noticia saltaba el pasado lunes y encendió todas las alarmas por su parecido al caso del asesinato del también exespía ruso Alexander Litvinenko, que conmocionó al país.
Litvinenko, muy crítico con el régimen del presidente ruso, Vladímir Putin, murió el 23 de noviembre de 2006, a los 43 años, envenenado con la sustancia radiactiva polonio 210, tres semanas después de haber tomado el té en el Hotel Millennium de Londres con sus excolegas del espionaje ruso Andréi Lugovói y Dmitri Kovtun. (Con información de Efe)
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