Joacine Katar Moreira es feminista. Su designación como portavoz parlamentaria ha despertado polémica y críticas de varios analistas políticos y diputados.
Joacine Katar Moreira fue elegida en las últimas elecciones portuguesas del 6 de octubre como diputada en representación del partido de izquierda Livre. Su caso es especial: Moreira es tartamuda, negra, feminista, antirracista y ha pedido un tiempo extra para sus intervenciones en el Parlamento debido a su condición.
“Yo tartamudeo cuando hablo, no cuando pienso”, aseguró Katar en una entrevista televisiva durante la campaña electoral. “Para la Asamblea de la República, los individuos [parlamentarios] que tartamudean cuando piensan son el mayor riesgo", dijo también.
Luego de su elección como parlamentaria, Livre la designó como portavoz de su grupo. Su designación, no obstante, ha despertado las quejas de algunos diputados, debido a que ha solicitado que se le conceda un tiempo extra debido a su trastorno en la fluidez del habla. Esto, afirma, es una petición que responde al tratamiento igualitario que debe haber para que una diputada con su condición exponga sus ideas propiamente.
“Para que haya un tratamiento igualitario e igualdad de oportunidades tiene que haber una tolerancia y tiene que ser atribuido el tiempo para que la diputada pueda exponer sus ideas”, declaró el portavoz del partido, Paulo Muacho.
Luego de que en la sesión de control al Gobierno, este último miércoles, la diputada no lograra plantear la pregunta que planeaba en los 90 segundos que dispone cada parlamentario, las críticas han empezado: el escritor Miguel Sousa Tavares opina que debe dimitir. “Precisa de una cura de humildad”, dijo y agregó que el problema es la dificultad que presenta al exponer el mensaje de su partido.
Por su parte, el columnista Joao Miguel Tavares señaló al diario El País que el problema no es su falta de habilidad para ser parlamentaria, sino para ejercer como portavoz de su partido. “La palabra parlamento viene del francés parler, hablar. No hay democracia sin debate y no es posible debatir en un Parlamento sin un mínimo de fluidez discursiva. Si Joacine perteneciese a un grupo parlamentario habría otros diputados disponibles para hablar en el pleno y ella podría dedicarse a escribir discursos o marcar las líneas estratégicas. No existiendo nadie, sus intervenciones en la Asamblea son triplemente absurdas; para ella, que sufre horrores con aquella exposición; para los restantes diputados y para periodistas y electores que no entienden nada de lo que dice”, señaló.
Asimismo, la diputada fue criticada por un grupo de periodistas, que la abordaron para realizarle preguntas que no pudo responder con fluidez. “Creo que es necesario comenzar a respetarnos unos a otros”, escribió en respuesta la portavoz luego del incidente.
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