Los cazas de la Fuerza Aérea tuvieron que escoltar a un avión de Air Astana con seis tripulantes que tuvo un fallo crítico en los sistemas de navegación y control de vuelo.
Un avión de Air Astana con seis tripulantes tuvo un fallo crítico en los sistemas de navegación y control mientras volaba por el aire de Portugal, el último domingo. El fríoy dramático diálogo que se extendió por más de dos horas entre el piloto y la torre de control del aeropuerto de Lisboa fue publicado días después por el diario portugués Público.
La aeronave despegó de Alverca (al norte de Lisboa) y, tras declararse en emergencia y solicitar aterrizar en el mar, consiguió tocar tierra al tercer intento en el aeropuerto de Beja. Durante el tiempo de la emergencia, los responsables de la torre de control estuvieron tramando cómo aterrizar sin mandos electrónicos.
El destino de Air Astana era Minsk (Bielorrusia) y cuando sobrevolaba Lisboa, el piloto lanzó el aviso de ayuda: "Mayday, Mayday". Era las 13.32 de la tarde (hora local).
El piloto pide a la torre autorización para amerizar en el agua. “Precisamos de un vector para el mar, lejos de tierra”, dice el piloto. Sin embargo, la torre de control aconseja el río. "Tiene el río por la derecha o por la izquierda; es lo más cercano". Ante las dudas, la torre insiste: "¿Prefiere el mar o el río?".
El piloto de Air Astana no puede elegir porque no logra ver nada desde el aire. Por ello, vuelve a pedir ayuda a la torre y le pregunta por la dirección donde hay cielos con mayor visibilidad. La torre le dice que, al sur, pero el piloto tampoco logra ubicarse. Por ello, cazas de la Fuerza Aérea de Portugal tuvieron que guiar a la nave.
El Air Astana finalmente pudo aterrizar sin mayores problemas en el aeropuerto de Beja, 180 kilómetros al sureste de Lisboa. El comandante de Bomberos Voluntarios de Beja, Pedro Barahona, reveló que dos de los seis tripulantes estaban con signos de estrés y ansiedad. Luego de unas horas en el hospital, fueron dados de alta.
Un piloto era de Kazajistán y tenía 37 años, mientras que el otro era de Inglaterra y llevaba volando más de 30 años, según los servicios de auxilio.
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